Una nueva vida

Una nueva vida

B.D.E.B.

No hay latido….

Esas palabras se quedaron grabadas para siempre.

Esa mañana ella sabía que las cosas no iban bien, mientras se dirigía a urgencias, sabía que la alegría que sintió apenas unas semanas antes se iba a truncar ese mismo día.

Aún así, entró en la sala de exploración con un mínimo de esperanza de escuchar por parte del médico: «Tranquila, no es nada importante, todo va bien». Pero no fue así, las palabras fueron otras completamente distintas.

Recorrió el largo pasillo hacia la puerta de salida con lágrimas en los ojos pero sin derramarlas sólo al atravesar la puerta abrazó a su pareja y se derrumbó. Horas después regresó con una mano amiga, llegaron a ese quirófano, más frio que nunca y allí agarrada fuertemente a esa mano terminó todo.

El destino, caprichoso siempre  quiso que cuatro años después, mismo mes, mismo sitio, mismas palabras…se volvieran a repetir.

La segunda vez le costó mucho más de superar, no conseguía hablar de ello con nadie sin derrumbarse, sin que las lágrimas de dolor brotaran de sus ojos. Después llegaron meses de pruebas, visitas médicas, ansiedad… Finalmente todo terminó menos el dolor, seguía estando ahí. Dicen que el tiempo lo cura todo pero no, sana las heridas pero quedan las cicatrices, no nos borra la memoria, los recuerdos buenos o malos siempre se quedan.

Un año más tarde de que todo terminara, ahí estaba, en el mismo lugar que tan malos momentos le traía pero esta vez era diferente, esta vez las palabras del médico fueron otras bien distintas: «¡Es un niño! Míralo, aquí tienes a tú hijo» y ahí, encima de ella esa carita.

De nuevo las lágrimas, pero en esta ocasión lágrimas de alegría, de felicidad, de sentirse completa.

B.D.E.B.

El comienzo de un nuevo día.

El comienzo de un nuevo día.

B.D.E.B.
B.D.E.B.

Llegué a esta página por casualidad, leyendo los relatos de un amigo, y lo que en un principio iba a ser sólo un sitio donde leer finalmente va a ser también un lugar donde escribir unas letras de vez en cuando.

Soy más de leer que de escribir, esto último me cuesta, y tampoco es que se me de bien, pero bueno aquí estoy frente al mar, viendo cómo amanece, escuchando el sonido de las olas y dejándome llevar.

Hacía unos días que me apetecía hacer esto, ver amanecer en la playa. Ese lugar que tanto me ayuda a relajarme, a pensar, a recordar…

Tengo que reconocer que cada día que pasa me apetece más venir a caminar un rato, al principio era por hacer un poco de ejercicio pero se ha convertido en una forma de escape, de despejarme de los quehaceres y problemas del día a día.

Lo mejor de venir a estas horas es la tranquilidad que se respira, a malas penas hay gente. Los pescadores que después de varias horas aún tienen el cubo vacío, pero ellos siguen intentándolo. Un par de personas paseando y jugueteando con su perro, aprovechando que a éstas horas nadie les va a decir nada. Algún bañista solitario nadando a su antojo ya qué tiene el mar para el sólo. Pero si algo me ha llamado la atención, ha sido ver a una familia al completo (madre, padre y dos niños pequeños) sentados en la arena, acurrucados unos con otros viendo el amanecer, ha sido una imagen muy bonita.

Este ha sido mi comienzo de día y mi comienzo en esta página que cómo dije antes, simplemente es para desahogarme un poquito, sacar lo que llevo dentro y compartirlo con las personas que les apetezca leerlo. Decir que la experiencia me ha gustado y que seguramente repetiré. Gracias a quién me trajo hasta aquí y mi primer seguidor.