Ahogo

Ahogo

¿Recuerdas aquel día?

Tan tranquila en una playa un tanto rocosa, decidiste darte un baño.

A la salida, justo al lado de la orilla, una ola te golpeó con fuerza, tanta cómo para hacerte caer, ¿recuerdas?

Te tumbó en las piedras y tú intentabas levantarte, sacar la cabeza para coger un poco de aire, era imposible, sentías cómo cientos de piedrecitas pasaban por encima de tú cabeza, esa sensación de ahogo, porque eso era, te ahogabas, intentabas una y otra vez incorporarte, pero llegaban más olas que te tumbaban. Estabas a punto de tirar la toalla, de dejarte llevar en el mar que tanto te gustaba y de repente lo intentaste una vez más, conseguiste ponerte de rodillas para seguidamente levantarte.

Lo conseguiste.

¿Te suena de algo esa situación?

Con esto también vas a poder.

B.D.E.B.

¿Dónde estás?

¿Dónde estás?

Te sigo buscando y no te encuentro

Te necesito a mi lado y no estás

¿Dónde te fuiste?

Crucé mares y hasta océanos

Escalé las cumbres más escarpadas y desde lo alto grité tú nombre

todo fue en vano…

Pensabas que te había olvidado y te marchaste

que equivocado estabas

nunca te olvidé,

ni siquiera cuando las circunstancias me obligaban

siempre permaneciste en mi pensamiento

Nunca olvidé esas charlas interminables,

hasta altas horas de la madrugada

Nunca olvidé tus consejos y apoyo,  cuando estaba a punto de tirar la toalla

Tú, que fuiste mi paño de lágrimas,

el guardián de mis secretos más profundos

al único que me atreví a contarle cómo me sentía en cada momento

Tú, que tan poco te gustaba hablar de tus problemas, pero estabas el primero para escuchar los míos

Y yo lo sabía, y estaba a tú lado cuando sabía que te sentías mal,

que estabas roto de dolor,

y no te forzaba a hablar,

simplemente te hacía compañía…

¿de eso trata la amistad no?

Hoy, te sigo buscando y no te encuentro.

¿Dónde estás?

No te imaginas la falta que me haces…

B.D.E.B.

Regreso a casa

Regreso a casa

Photo by hayriyenur . on Pexels.com

Llegó a casa más tarde de lo habitual, el día en la oficina había sido intenso, no había podido parar más que media hora para tomar un sándwich frío y un refresco. Estaba agotada, se dió una ducha para relajarse, se puso ropa cómoda y después de prepararse un café con leche, se sentó en el sofá estirando las piernas y descansando los pies, molidos de llevar los tacones todo el día.
Una vez acomodada cogió el mando del televisor dispuesta a buscar alguna película entretenida para pasar el rato antes de acostarse, eso si el sueño no le vencía antes, porque el cansancio empezaba a hacer acto de presencia y no sabía lo que sería capaz de aguantar.
De repente sonó una campanita en el móvil, un mensaje, ella pensó que si era algo relacionado con el trabajo sería capaz de hasta lanzar el aparato contra el suelo (su jefa era muy dada a seguir hablando de trabajo sin fijarse en las horas), miró la pantalla y no era su jefa, se quedó paralizada, no podía ser.
Meses atrás había decidido darse un tiempo con su pareja, no estaba muy segura de sus sentimientos y había preferido hacerlo así para no hacerle daño a él pero el efecto había sido justo lo contrario. Él no lo tomó bien y lo pasó fatal, ella lo intentaba convencer de que sólo era un tiempo para aclararse pero él tenía las cosas muy claras, la quería de verdad no tenía nada que aclarar y no soportaba seguir allí, en la misma ciudad.
Por suerte o no…le surgió la oportunidad de cambiar de trabajo y viajar muy a menudo y no lo pensó, se lanzó a la aventura, le informó a ella y ahí fue cuando ella se dió cuenta de que no lo quería lejos, lo quería en su vida, pero no podía pedirle que dejara esa oportunidad, que se quedara con ella para intentarlo de nuevo.
El marchó y durante un tiempo cruzaron algún mensaje pero dejaron de hacerlo, ella había perdido ya toda esperanza, hasta esa noche, ahí estaba ese mensaje de él. No sabía si abrirlo o no, quizás era para decirle que se quedaba definitivamente fuera a vivir o que había encontrado a otra persona y se había vuelto a enamorar…
Con los dedos temblorosos abrió el mensaje y sonrió mientras una lágrima resbalaba sin querer por su mejilla.
«Espero que me eches de menos tanto cómo yo a ti, por favor abre la puerta de casa que estoy helado de frío aquí fuera»
Se levantó deprisa, abrió la puerta y rápidamente los dos entraron en calor…

B.D.E.B.

Cuéntame

Cuéntame

Cuéntame que fue de ti
Que hiciste en todo este tiempo
Si alcanzaste la felicidad
Si te llegaste a enamorar
Cuéntame si la vida te ha tratado bien
Porque así has tratado tú a los demás
Te desvivías por tus amigos, por la gente que querías
No soportabas verlos sufrir
Luchabas una y otra vez contra todo y todos para que ellos fueran felices
¿Y tú, lo eras?
Si, con verlos felices era suficiente para tí
Muchos se quedaron por el camino,
te abandonaron… no importa, lo hiciste porque así eras tú
Te perdí el rastro y ahora de nuevo te cruzaste en mi camino
No olvido lo que hiciste
Recuerdo todos los pequeños detalles,
el bien que me hiciste incluso sin tú saberlo
el bien que me sigues haciendo
Pero no se trata de mí
Por favor, necesito saber
Cuéntame, ¿qué fue de tí?

B.D.E.B.

Serán

Serán

-¿Por qué estás triste?
-No lo estoy
-Si lo estás, sonries pero tus ojos reflejan tristeza
-Quizás sea así
Me siento sola
-Pero tienes mucha gente a tú alrededor
-Lo sé pero me falta algo:
«Serán conversaciones largas y profundas
Amaneceres en el mar
O atardeceres con paseos en compañía
Serán abrazos verdaderos, de esos que sientes latir el corazón de la otra persona
Miradas sinceras en las que no es necesario hablar
Será un agarre de mano con una suave caricia en el dorso
O quizás sentarse uno al lado del otro en silencio pero diciéndolo todo
O tumbarse a ver el cielo estrellado y sonreír a la luna…»

B.D.E.B.