Pesadilla

Pesadilla

Recuerda con ocho o nueve años, una noche cualquiera, a su padre decirles a ella y a su hermana pequeña.

-Niñas, a la cama a dormir que ya es tarde, mañana hay que madrugar para ir al colegio.

Las dos, sin rechistar y al unísono, decían:

-Buenas noches papá, buenas noches mamá, hasta mañana.

Y se dirigían a la habitación, ella siempre pegada de su hermana pequeña, porque sabía que si se adelantaba un poco, su hermana apagaria la luz y ella entraría en pánico. La pequeña era muy traviesa y aún no tenía la suficiente capacidad de entender que los terrores de su hermana no eran para bromear.

Una noche más se acostaba, tapada casi hasta la cabeza, daba igual invierno que verano, y estaba dispuesta a pasar la noche en vela, no se dormiría, así no habría pesadilla.

Cuando ya llevaba un rato en la cama, su hermana ya estaba dormida hacia rato, y de repente se abre la puerta de la habitación, allí estaban ellos de nuevo, esos dos personajes que venían todas las noches, no fallaban una, y cómo siempre hacían se acercaron a los pies de la cama, la cogieron de los brazos y se la llevaron, ella no se resistía, no chillaba, sólo notaba cómo las lágrimas resbalaban por su mejilla. El miedo que sentía, la ahogaba y no la dejaba actuar por sí misma, sólo dejarse llevar para que no le hicieran daño.

Un rato después despertó sobresaltada, allí estaba, en su cama cómo cada noche, con los ojos bañados de lágrimas y aterrada. Se levantó corriendo y se metió en la cama de su hermana, sin despertarla, la abrazó y siguió durmiendo ya sin pesadillas.

Muchos años después intenta recordar cuando terminaron esas pesadillas, no se acuerda, pero si la angustia de cada noche.

Quizás nuestras pesadillas de niños terminan cuando nos damos cuenta que hay que temer más al mundo real que al de los sueños…

B.D.E.B.

Hasta que la muerte nos separe…

Hasta que la muerte nos separe…

-Padre es que yo quiero casarme con él.

Dijo la joven con lágrimas en los ojos.

-Lo siento, pero eso no es posible, no aceptaré que te cases con el hijo de unos caseros. Si quieres puedes coger la puerta e irte con él pero no seré testigo de ese casamiento.

Contestó el padre encolerizado, no podía permitir que su hija mayor se casara con un «Don Nadie» o simplemente que se casara y dejara de ayudar en todas las tareas que le eran impuestas por ser la mayor.

Pese a la prohibición de su padre, la joven hizo caso omiso y empezó junto a su novio los preparativos de la boda. Iba a ser algo muy sencillo, la ceremonia en la iglesia y una merienda en casa de una tía suya que no compartía la forma de pensar de su padre y se había ofrecido para que tuvieran, aunque pequeña, una celebración.

Llegó el día y allí estaba, frente al altar,con el amor de su vida y a punto de pronunciar el «si quiero» acompañada de los más allegados a excepción de quienes eran los más importantes de su vida hasta ese momento, sus padres, no sólo es que él se negará a asistir sino que prohibió a su esposa ir al enlace de su hija mayor. Muy a su pesar su madre tuvo que acatar, así que allí estaba ella «sola» en el día más importante de su vida (hasta ese momento).

-…hasta que la muerte os separe.

-Si quiero. Pronunció ella.

Ya estaba hecho, ya eran marido y mujer.

Se revelaron contra todo por luchar por su amor, con el tiempo su padre tuvo que acatar esa decisión, incluso hubo una temporada que vivieron allí en la casa de sus padres y ella siguió ayudando a las tareas cómo siempre. Su primera hija nació y creció por unos años allí y después se mudaron a la ciudad dónde terminaron de formar su familia, lejos de las órdenes de él.

Más de sesenta años después, ahí están, juntos, «hasta que la muerte los separe».

En su mesilla luce una fotografía en un portaretrato, la imagen del día de su boda.

«Cuando se ama de verdad, se lucha contra todo, por mucho que nos hagan daño, pero al final nuestra felicidad debe de estar por encima de los deseos de los demás «

B.D.E.B.

¿Olvido?

¿Olvido?


Me pregunto ¿es posible olvidar a alguien que ha significado mucho para tí, borrarlo de tú vida?
Mi respuesta es no, con el tiempo quizás empieces a recordarlo menos a menudo que al principio, pero borrarlo creo que no, al menos cuando has compartido tanto.
Al contrario, es cómo si cada vez estuviera más presente, quizás porque lo necesitas a tú lado, quizás porque sigues esperando el día.


«Pronto llegará ese día tan esperado
Volverán las risas
Esas largas conversaciones,
Volverá esa complicidad
El «te eché mucho de menos «
Y el «no sabes cuanto me alegro de verte «
Volverá el día de esa amistad,
La que después de una pausa volverá con más fuerza.
Esta vez para quedarse, para que nunca más la dejéis marchar.
Llegará el día de ese abrazo
De ese encuentro tan esperado.
Y ese día, todas las lágrimas derramadas
pasarán a la historia».

B.D.E.B.

Imágenes

Imágenes

Dos enamorados la dejaron olvidada después de una noche inolvidable…
Colores de otoño con tintes de tranquilidad, de paz
La gaviota la perdió sacudiendo las gotitas de agua salada de su cuerpo
Montaña que guarda en su memoria una bonita historia de amor
Ondas dibujadas por las olas que me recuerdan a las que forman tu cabello
Indiferente a todo lo que pasa a su alrededor
Pasa por la vida dejando huella en las personas, pero sin pisotear a nadie.
Amanecer de un nuevo día, tú decides si disfrutarlo o dejarlo pasar pero recuerda que después no hay vuelta atrás

B.D.E.B.

Amanecer

Amanecer

Al amanecer jugué contigo
Observé cómo te vestías de mil colores
A ver cuál de todos te sentaba mejor
Correteabas para cogerme y yo saltaba para que no lo hicieras,
mientras, una sonrisa se dibujaba en mi rostro
Me susurrabas al oído mientras yo caminaba
Más tarde me senté a tu lado
Te conté todos mis secretos
Sonreí y lloré contigo
Disfruté un ratito más de tú compañía, los dos solos
Y escribí estas letras
Porque aquí es dónde encuentro las fuerzas para superar todo
Dónde los problemas los veo menos importantes
Dónde río, dónde lloro, sin dar explicaciones
Dónde me siento yo.
B.D.E.B.