
Y así cómo se empieza con ilusión, se acaba con tristeza y si el día está gris, lluvioso pues aún peor. Ese sol con el qué llegaste se quedó atrás, allí lo dejó el aire y la lluvia aunque hoy ha brillado un poco, el tiempo justo de preparar la barbacoa y después se marchó de nuevo.
La tarde se ha quedado gris, fría, así como uno se siente cuando todos se marchan. Hay quien ha adelantado la marcha por el tiempo y quien ni siquiera se atrevió a intentar aprovechar estos días.
Muchas parcelas ya vacías y hace un momento mientras me comía un trocito de «toña » y un cachito de chocolate, típico aquí para merendar un domingo de pascua, me llegaron los recuerdos de este día cuando era niña y también de adolescente. De ir este domingo y el lunes (aquí tenemos los dos días de pascua) a pasar el día en el campo, a comer «la mona», que se toma para merendar, pero pasábamos todo el día, cargados de fiambreras, neveras de playa y no podía faltar una comba, para saltar niños y mayores.
Qué bonitos recuerdos, yo creo que han llegado para alegrar un poco la tarde, esta que se ha quedado triste, solitaria (no sé si la tarde o yo), aún queda un día pero parece que el final de las vacaciones es hoy.
Lo único bonito ahora mismo, el atardecer en el Puig Campana.
B.D.E.B.





