Esta mañana he leído una frase que me ha gustado mucho «Yo empiezo a creer en las personas, cuando están sin necesidad de buscarlas», creo que quizás porque me he sentido identificada. En más de una ocasión he hablado de esto mismo, de la gente que está sin que la busques, de esa gente que es la que realmente importa.

Hace un tiempo que me dí cuenta que personas lo eran en mi vida, pero a veces tienes sorpresas, o regalos porque así lo considero cuando la vida me sigue poniendo en mi camino gente así, personas que te cruzas y poco a poco te das cuenta de que congenias bien y te diviertes cuando estás con ellos y empiezas a realizar alguna escapada, compartir más momentos. De repente un día te ven triste y enseguida se dan cuenta de que algo pasa y a partir de ese momento, ahí están, sin que digas nada, sin que los busques, están los primeros, para ofrecerte apoyo, para interesarse, para abrazarte, para soportar junto a ti ese dolor que sientes…

Y te das cuenta que puedes creer en su amistad, que vas a poder contar con ellos cuando lo necesites, porque han llegado para quedarse al igual que tú también te vas a quedar, también vas a estar y ellos lo saben.

Es curioso porque a veces piensas que ya tienes todo lo que necesitas pero cuando la vida te hace esos regalos, te das cuenta de que no, porque se convierten en una parte muy importante de ti, de tu vida y no sabes si recibirás más, pero de momento vuelves a pensar que lo tienes todo, que has recibido muchos regalos quizás porque lo mereces o quizás no lo creas, pero ahí están y sólo hay una condición…cuidarlos.

Dejo mis puertas abiertas a más regalos de ese tipo, con eso no necesito más, creo que es más de lo que siempre pensé y me considero muy afortunada.

B.D.E.B.