Una de mis aficciones, una forma de relajarme, aparte de mis paseos por el mar, es la cocina. Me encanta cocinar, pero no el día a día que toca casi por obligación, me gusta para pasar esas tardes que no tengo nada que hacer, que quiero relajarme y no pensar en nada, así como hoy mismo, pues esas tardes me pongo a pensar que podría preparar, que ingredientes hay en la casa y manos a la obra.
A quien no le guste cocinar no lo va a entender pero me consta que no soy la única a la que le relaja ponerse a preparar algo por capricho, por pasar el rato.
Antes de tener a los chavales, cómo he tenido la suerte de trabajar sólo por las mañanas, a las tres terminaba y toda la tarde libre, en verano pues estaba la playa, dar un paseo, tomar algo en una terraza… pero en invierno era distinto, cuando despertaba de la siesta ya era prácticamente de noche y no apetecía salir, así que pues a la cocina.
Ahora no lo hago tan a menudo pero en éstos días, que quiero estar distraída para no pensar, esta tarde me he decidido. Mi hijo mayor hace ya más de una semana que me estaba pidiendo que le hiciera, «magdalenas de cookies», el les llama así aunque en realidad son magdalenas con pepitas de chocolate y crema de cacahuete.
Así que pues le estoy dando el gusto y aquí estoy preparando las magdalenas y mientras están en el horno escribiendo estas letras.
Ya os contaré como están porque no os puedo invitar a probarlas pero si os animáis os paso la receta aunque eso sí, os aviso que una sola es imposible comerse.
Saludos.


Pues como me pasa lo mismo acabo de hacer una pausa y creo que también voy a ponerme con las magdalenas, así que gracias por la inspiración amiga. Cocinar evade, y sienta ciertamente bien. Un fuerte abrazo 🫂☕🧁🧁
Me gustaLe gusta a 1 persona
A la faena entonces, por aquí ya pasó el chaval y ya han volado dos. Lo bueno que tiene aparte de evadirte y sentirte bien es que a los demás los haces un poquito más felices.
Un abrazo Manu.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Adoro la repostería, se respiran miles de sabores e instantes.
Si deleitan al paladar igual que al vista deben ser magnífica.
Bonito jueves disfrutes
Me gustaMe gusta
Así es, cuando uno cocina repostería se queda ese maravilloso olor a dulce por toda la casa, un olor que me trae felicidad porque cuando cocino algo dulce suele ser para complacer el deseo de alguno de la familia (a veces el mío propio).
Ya que no te puedo mandar una, te envío al menos un dulce abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Y yo lo recibo con una sonrisa enorme de oreja oreja, agradecida.
Me comería una sin dudarlo.
Graciassssss
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hay unos duendes de horno que le ponen a la comida ingredientes secretos que nadie sabe que son, pero sí que son buenos, mágicos y saludables. Yo iba a hacer galletas, pero me has contagiado de magdanelitis.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me da a mi que somos unos pocos por aquí los amantes de la repostería y es una suerte así podemos entre todos endulzarnos un poquito la vida.
Un abrazo Daniel y a por esas magdalenas.
Me gustaLe gusta a 1 persona