El dolor de una pérdida

El dolor de una pérdida

Muchas veces hablamos del dolor físico, de diferentes enfermedades más graves o menos pero el tema de las enfermedades mentales, en cuestión la depresión, está cada vez más a la orden del día y aún hay mucha gente que piensa que son tonterías pero es una enfermedad dura, que si no se trata bien, es bastante complicado salir de ella.

Hoy me han vuelto a llegar malas noticias desde el otro lado del charco. Hace tres semanas escribí una entrada «un beso al cielo» en la que hablaba de la muerte de una persona que conocí hace mucho tiempo en Venezuela y hoy me he enterado que su sobrino (también lo conocí) ayer justo que hacía tres semanas de la muerte de su tío, no lo ha podido superar y con poco más de cuarenta años se ha quitado la vida.

Sufría bastante a menudo de depresión y este palo que le ha dado la vida no lo ha podido superar, quería demasiado a su tío y su pérdida ha sido muy dura para su frágil mente.

Inmediatamente me he acordado de mi tío, que tampoco pudo superar nunca la muerte de su hijo en un accidente de tráfico y años después se quitó la vida también.

El otro día hablábamos con unos amigos precisamente de estas cosas, que a veces la persona manda señales, y si tenemos suerte de captarlas, podemos hacer algo para ayudar o al menos intentarlo, pero otras veces no hay nadie capaz de verlo, o la misma persona no deja que lo veas (mi tío esa misma tarde planeó junto a sus hijas todo lo que iban a hacer esa noche en las fiestas del pueblo, y por la tarde se quitó la vida).

La mente humana es un gran misterio y pocas veces sabemos a ciencia cierta lo que ocurre en la cabeza del otro, podemos intuir y así intentar ayudar, pero sólo si nos dejan.

Hoy de nuevo mando otro beso al cielo, por tí Alejandro, ya estás de nuevo con tu querido tío.

B.D.E.B.

8 comentarios en “El dolor de una pérdida

  1. Los amigos son muchas veces una extensión de nuestra familia, personas muy especiales con quienes mantenemos una relación de confianza y cariño que perdura en el tiempo por edo cuando ellos parten, nos dejan un vacío que solo el tiempo cura.

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  2. Buff, siempre he pensado que ciertos pasos se dan cuando se acumulan demasiadas cosas que no sabemos procesar. No creo que sea un único acontecimiento, aunque sea el que lo dispara… El problema es que no sabemos detectarlos a tiempo, la mente sigue siendo un misterio, sí.

    Lo siento mucho, sé lo duro que es.

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  3. Estoy de acuerdo en que no damos a los problemas mentales la atención que merecen, son enfermedades que también hay que tratar. Ya va siendo hora de que se dedique el tiempo y el esfuerzo necesario para luchar contra el sufrimiento de tantas personas. Un abrazo fuerte.

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