Historias y leyendas

Historias y leyendas

Lo bueno de estar aquí es que un mes da para mucho y hay tiempo para todo, de vez en cuando uno sale a dar una vueltecita por los pueblecitos de aquí, que aunque en verano estén llenos de turistas, siempre es agradable conocer esos lugares con un encanto especial y llenos de historias y leyendas.

Hay uno en concreto que le tengo un cariño especial, quizás porque me bautizaron allí y porque cuando paseas por sus calles empinadas y sus casitas blancas, no sé pero me atrae mucho.

Y así como en otras ocasiones os he contado las leyendas de los montes de por aquí, hoy os traigo una leyenda de el pueblecito que os hablo, que es Altea.

El Árbol Embrujado de Altea

A lo largo de toda la geografía española podemos encontrar numerosas leyendas, algunas de ellas tan populares que se han convertido en historias que han pasado de generación en generación y hasta, se han convertido en cuentos para niños, como la leyenda del Árbol Embrujado de Altea, que te contamos, a continuación.

Leyenda del Árbol Embrujado de Altea

No importa si te refieres a ella como la Leyenda del Árbol Embrujado de Valencia o de Altea o si prefieres hacerlo como la leyenda de El Peral de la tía Miseria, de ambas formas nos referimos a esta historia que tiene como protagonista a la anciana conocida como la tía Miseria.

¿Quieres saber cómo la tía Miseria engañó a la muerte? Aquí te dejamos la leyenda del árbol embrujado de la tía Miseria:

Según cuenta la leyenda, en la localidad de Altea vivía una mujer muy pobre de edad avanzada a la que llamaban la tía Miseria. La conocida como tía Miseria era respetada por todos los habitantes del pueblo por contar con la fama de ser una gran hechicera y nadie se atrevía a meterse con ella. Tampoco se sabía dónde vivía. Algunos decían que la habían visto en una cabaña, otros en una cueva a las afueras del pueblo, donde nadie la molestara. Lo único que se sabía de la tía Miseria es que vivía de las limosnas de los vecinos. Lo único que poseía era un peral al que no dejaba que se acercara nadie.

Cada cierto tiempo, un grupo de muchachos iba en busca de la tía Miseria y para molestarla sacudían el peral para llevarse las pocas peras que tenía, provocando el enojo de la mujer. Pero lo único que conseguía es que se burlaran más de ella.

Una noche de tormenta, la tía Miseria recibió una visita inesperada. Un viejo vagabundo empapado le pidió cobijo y alimento. La anciana accedió a alojarlo en su cabaña y le ofreció un plato caliente. Durante horas conversaron animadamente hasta quedarse dormidos. Al día siguiente, el vagabundo le confesó a la tía Miseria que en realidad era San Antonio y que a cambio de su ayuda, le concedería un deseo. A pesar de que la tía Miseria no quería nada a cambio, al final le hizo una propuesta al santo: todo aquel que ose coger sus peras se quedará pegado al árbol hasta que ella quisiera que bajaran. Y así, San Antonio le concedió ese don.

Durante los siguientes años la tía Miseria no pasó hambre y todo aquel que intentara robar sus peras recibía su merecido. Un día, vino la Muerte a buscarla. Pero antes de ir con él, como última voluntad la vieja le dijo que se subiera al peral, y allí la Muerte se quedó pegada. De esta manera, durante el tiempo que la Muerte permaneció pegada al árbol, ni la tía Miseria ni ningún otro anciano murió.

Cansados de una larga vida, algunos de los viejos del pueblo decidieron acudir al lugar donde se encontraba el peral para derribarlo, pero todos ellos se quedaban pegados al árbol. El peral ya no podía soportar más peso y la astuta vieja les puso una condición: la Muerte no volviera a buscarla hasta que fuera ella misma quien lo llamara tres veces. De esta forma, la Muerte accedió a la petición de la tía Miseria y se cobró la vida de aquellos que por naturaleza debían descansar en paz.

Según dice la leyenda, la tía Miseria sigue viviendo en este mundo, oculta en su cueva y cuidando de su viejo peral.

Leyendas y pueblecitos con encanto, creo que aprovecharé este mes para contaros y daros a conocer algunos de los que tengo alrededor.

Espero que sean de vuestro agrado.

B.D.E.B.

Noches de verano

Noches de verano

Tumbada en la silla y frente al ventilador, después de la cena toca un ratito de relax, en estas noches que está haciendo de calor, me viene a la cabeza hace unos años cuando veníamos en tienda de campaña, no una semana ni dos, todo el mes como ahora.

No sé si entonces el calor era menos que el de ahora o como lo aguantábamos por la noche, porque ahora durante toda la noche toca tener el aire acondicionado puesto en la caravana, si es que quieres dormir, aunque mis vecinos se les estropeó ayer y bueno, hay que tirar de ventilador.

La verdad que este mundo campista te tiene que gustar, aunque cada día tenemos más comodidades, como el aire acondicionado, neveras cada vez más grandes, congelados, microondas, una casa en miniatura,  nada que ver a ir de acampada con tu tienda y una pequeña colchoneta, aunque a la hora de disfrutar es lo mismo, o incluso más, anda que no me he echado risas con los amigos en las tiendas de adolescente, desde montarlas hasta cuando los profesores nos pedían silencio.

Un mundo donde el que es campista es amable y entre unos y otros te vas ayudando, te prestas cosas, colaboras con el que llega de nuevas al sitio, haces amistades nuevas, llegas a tu parcela y la encuentras llena de críos y dices yo sólo he dejado uno ¿de dónde han salido el resto? 😂😂

Noches que me gustan y disfruto, días de estar al aire libre, piscina, cervecitas (claras en mi caso, no bebo alcohol) y como siempre en buena compañía, una forma diferente de pasar las vacaciones siempre que sea de tu agrado.

Ahora un ratito de tertulia y después a descansar.

Felices sueños para todos.

B.D.E.B.

Los caminos de la vida

Los caminos de la vida

Hay muchos momentos en la vida en que nos toca tomar decisiones importantes, ya sea a la hora de estudiar, de trabajar o en nuestras relaciones personales.

De las dos primeras, dependerá posiblemente nuestra estabilidad económica, pero de ese tema no me gusta hablar, porque a veces puedes estar arriba y aterrizar de cabeza, o pasar justo al contrario y con la compañía adecuada, todo se hace más llevadero.

Así que me centraré en ese camino que es el de las relaciones personales, que creo tiene su tocado, es muy complejo y a veces nos equivocamos y puede llegar a ser muy doloroso.

Todo esto viene por un sueño que tuve ayer, no lo recuerdo muy bien (cosa normal en mí, al menos con los sueños)  pero si recuerdo que me trasladó a un verano, un mes de agosto de hace unos veinte años.

Un verano en el que las cosas no iban demasiado bien y estuvimos mi marido y yo, de viaje por el sur de España en casa de un amigo, junto a otro amigo más, pasando unos días, disfrutando de las fiestas del pueblo, pero principalmente de su compañía, para mí lo más importante.

En esos días los cuatro disfrutamos mucho, en las fiestas, paseando al atardecer por la playa con caballo, en los chiringuitos, sin parar, salvo unos ratitos que sabían a gloria, los de las largas conversaciones, esos en los que aproveché para desahogarme con él y confesarle lo mal de la situación de ese momento.

El, amigo mío antes que de mi pareja, me dijo que pensara en lo que quería que no tomara decisiones a la ligera, lo que me hacía feliz y que tomara la decisión que tomara él estaría a mi lado, siempre me apoyaría y me ayudaría en lo que necesitara.

En ese momento me dió un poco de miedo, porque junto a pequeños detalles de esos días sólo me faltó ver su mirada mientras me hablaba y me asusté, porque yo lo quería (lo sigo queriendo, porque a pesar de la distancia seguimos ahí) pero como un buen amigo y ese día me dió a entender que si necesitaba algo más de una amistad, también estaba ahí.

Podría haber dejado de pelear por aquella relación que no sabía si llegaría a buen término, pero decidí seguir por ese camino y apostar por ella, y parece que no fue del todo mal, aquí seguimos.

Con esos altos y bajos que, a mi parecer, hay en todas las parejas aunque haya quien se empeñe en mostrar a la galería un amor perfecto…o quizás sea yo la que está equivocada.

El caso es que aquel momento fue determinante, decidí ese camino y ese sueño me ha hecho pensar en que habría pasado de haber elegido el otro, aunque sin saberlo creo que mi elección fue la buena.

B.D.E.B.

Hay quien dice que en las líneas de la mano está escrito el destino de cada uno, no creo mucho en eso pero prometí una foto de la palma de mi mano y lo prometido es deuda 😉.
Yo misma

Yo misma

Quizás esta imagen tiene algo que es muy «yo» el mar…

¿Cómo te describirías?

Creo que es una tarea complicada esa de describirse una misma. Entre otras razones porque si dices cosas buenas de ti misma, parece que tengas el ego muy subido, por el contrario, si dices de ti cosas malas puedes terminar auyentando  a la gente, lo hagas de una forma u otra no se si yo misma me definiría bien.

Otra forma sería decir lo que se que no soy, no soy mala, soy incapaz de hacer daño a alguien sabiendo que lo voy a hacer, no soy mentirosa, es más, odio la mentira, no soy violenta, aunque tengo genio cuando me enfado y supongo que muchas cosas más.

Si por ejemplo tuviera que describir a las personas con las que me gusta rodearme, diría que me gusta la gente sincera, la que sabe escuchar y hasta leer entre líneas, la gente bonita, no de aspecto, sino de corazón. Me gusta la gente que está, incluso cuando no les llamas, pero un pequeño detalle les ha hecho falta para saber que les necesitas. También me gusta que me digan las cosas cuando me equivoco, porque igual que te dicen lo que haces bien, también es necesario que te digan lo que haces mal y si aprecias a esa persona no te ofenderá al decírtelo, se lo tienes que agradecer porque eso es confianza.

Son tantas las cosas que podría estar un buen rato escribiendo, pero no quiero aburrir.

Dejo una pregunta en el aire, o dos

¿Tú cómo te describirías o cómo me describirías?

B.D.E.B.

Él

Él

Hace 19 años, tal día como hoy, entraba a quirófano a la 1 de la mañana, con los nervios a flor de piel porque iba a conocer a quien se convertiría en una de las personas más importantes de mi vida.

A partir de ese momento la vida cambió, las prioridades cambiaron, tocaba luchar por el bienestar de ese niño primero, por encima de todo.

Aprendimos juntos, yo a ser madre y él a ser hijo, compartimos juegos, viajes, risas, lágrimas, y lo seguimos haciendo, antes como niño, ahora ya adulto.

Fuiste un bebé tranquilo, un niño algo nervioso pero sin hacer muchas trastadas, cariñoso y simpático aunque tímido (como tu madre).

Tan parecidos en algunas cosas y tan distintos en otras, un poco loco a veces pero cuerdo cuando hay que serlo, buen amigo, hermano e hijo, aunque a veces tengamos que pelear contigo pero eso también lo heredaste.

Llegaste a mi vida un día caluroso como el de hoy y fue mi mayor victoria después de dos derrotas. Llegaste para ponerla patas arriba pero también para darme la mayor alegría.

Cada día más independiente y necesitando menos de nosotros, aunque hay algo que siempre te daré porque se que te hará falta, y es el amor de una madre.

Feliz vida cariño.

B.D.E.B.