El otro día hablamos de la alegría y hoy toca justo lo contrario, la tristeza. Algo que en estas fiestas está también muy presente, porque así como nos alegramos de los fiestas, nos entristecemos de ver que ya no están ciertas personas para celebrarlas junto a nosotros.

El desamor, otro motivo de tristeza, aunque este llegue por ambos lados (casi siempre es en uno solo), siempre es triste que algo bonito se acabe, llegue a su fin, pero a veces es inevitable y siempre triste y doloroso.

Un adiós, una palabra que siempre va unida a tristeza (o casi siempre) en muy pocas ocasiones queremos decir esa palabra, a veces la cambiamos por un hasta luego, hasta pronto, hasta siempre, y alguien me enseñó una palabra menos dolorosa, un gracias. De una manera u otra, ya sea una despedida para siempre, o sin saber hasta cuando, siempre entristece.

Tristeza por guerras, acontecimientos como el vivido hace poco más de un mes por culpa de la DANA, por asesinatos, por maltratos, por la hambruna, por la pobreza, por esas terribles enfermedades. Desgraciadamente tenemos miles de cosas por las que sentir tristeza.

Hoy tocaba esta palabra, porque aunque me gustaría, no todos los días son buenos y hablamos de lo bueno, también tenemos en cuenta lo malo, estos días queremos dejarlo a un lado, pero hay cosas que están muy presentes (demasiado) y hoy tenía que hacerlo porque hay muchísima gente sintiéndolo ahora mismo.

Ojalá tuviera una varita mágica para cambiar muchas cosas en este mundo, pero no existe, lo único que podemos hacer es colaborar para hacer de este mundo un sitio mejor, ayudar en lo que podamos para llevar un poco de alegría, donde sólo haya tristeza.

B.D.E.B.