Aquel día

Aquel día

Era lunes y volvíamos de las vacaciones de Navidad, recuerdo que no me apetecía mucho ir a la oficina, pero no quedaba otra. Me despedí de ti como cada día que iba fuera a trabajar y tú te quedaste mirando con carita de pena.

Antes de volver ya me avisaron, que no estabas bien, necesitaba llegar a casa y comprobarlo, y así fue. No saliste a recibirme, te llamé y no acudiste a mi lado, fui yo quien se acercó y se sentó a tu lado en el suelo, sin dejar de acariciarte.

A mitad de tarde me sorprendió que salieras ladrando a la terraza, subiste a tu pollete, pero te tuve que ayudar a bajar, y ahí comenzó mi dolor…

Te tumbaste en el suelo y te costaba respirar, yo me tumbé a tu lado y te abracé, y lloré, y supe que era el momento de dejarte ir, de aliviar tu dolor. Tus ojos me miraban sin brillo, apagados, sin vida, la misma que se esfumaba.

Saliste de casa en brazos y mi corazón se partió en mil cachitos, uno de ellos se fue contigo. Y sin saber que hacer escribí aquí, un 8 de enero, mis letras desgarradas tanto como lo estaba yo y con las lágrimas empañando mi vista.

Un año…

Durante este tiempo he tenido mucho apoyo, desde aquel primer «lo siento» a cada vez que escribí rota de dolor, un apoyo que a veces me faltó fuera, porque eras sólo un «animal», ya estaba bien de sufrir, tienes que dejar de llorar…

Hoy, algunas personas quizás se preguntan porque son tan importantes, en aquel momento estuvisteis, cuando otros no lo hicieron, sentí vuestro apoyo mientras otros «no entendían» mi dolor, sentí abrazos en la distancia sin necesidad de pedirlos.

En ese día, en muchos otros, por esa causa y por muchas otras.

Hoy hace un año que se fue, y con su partida llegaron cosas y personas que lo hicieron todo más fácil.

A todos ellos gracias, porque aunque hoy el corazón se encoge y las lágrimas vuelven a derramarse,  el dolor de aquel día creo haberlo superado.

B.D.E.B.

8 comentarios en “Aquel día

    1. Es cierto amigo, me has leído y en cada texto, en cada punzada de dolor, he sentido tu apoyo y tus ánimos, así que gracias por estar.
      Hoy el recuerdo no es sólo por él, sino por todos aquellos que habéis estado cerca, aún estando lejos. Gracias por ese abrazo. 🫂🫂

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    1. Fue muy duro y aún hay días que lo es. Calmó un poco el dolor cuando un pequeñajo llegó a casa, luego llegó otra más, no lo han reemplazado pero con sus travesuras, juegos y mimos han conseguido aliviar.
      Un abrazo Sabius.

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