
Recuerdo nerviosa el resultado de aquella prueba, era positivo y, aunque no quería hacerme ilusiones, algo me decía que esta vez todo iba a salir bien.
Recuerdo el cuidado de esos primeros meses, el miedo cada vez que iba al médico para saber cómo iba todo, cómo estabas tú, y la alegría cuando me decían que todo iba bien, que te formabas con normalidad y que esta vez podía estar tranquila.
La emoción cuando supe que serías un niño, aunque realmente poco me importaba, sólo que llegaras bien a este mundo de locos.
Mis juegos contigo antes de nacer, con esas caricias que las recuerdo como si hubiera sido ayer, creo que nunca las olvidaré, esos momentos en soledad tú y yo, aunque después llegaron muchos otros, como dormir en mi regazo durante horas, sin poder dejar de mirarte.
Creciste rápido, demasiado, tu primer día de escuela infantil, luego llegó el cole, la secundaria…y seguimos.
Hoy convertido en un hombre, trabajador y sin descuidar tus estudios, consiguiendo poco a poco todo lo que te propones. Me vacilas con todo el cariño del mundo, sabiendo que siempre me haces sonreír, aunque también a veces eres capaz de sacarme de mis casillas.
Hoy me doy cuenta que ya vuelas solo, aunque mi mano siempre la tendrás cerca, pero te has hecho mayor de golpe, mi pequeño creció y de aquel bebé que tuve en mis brazos, queda un joven soñador y luchador, así como lo hiciste para llegar a este mundo, ahora lo sigues haciendo para todo lo que te propones.
Ojalá la vida te regale muchas cosas bonitas y disfrutes de cada momento como te mereces.
B.D.E.B.




