
Si alguien no te pudiera ver, ¿cómo te describirías?
El paso de los años va dejando surcos en tu piel, líneas marcadas en los momentos de felicidad, aquellas que se forman cuando reímos, algo tan importante en la vida.
Ojos herencia de tu abuela, pequeños, marrones, no destacan como otros, son discretos como tú, pero tienen mucho que decir, son sinceros, brillan cuando estás feliz, se apagan cuando entristeces y se humedecen cuando algo duele o emociona.
Tu pelo siempre fue oscuro y ondulado, ahora se cubre de canas y aunque no eres de las más coquetas, decides cubrirlo y cambiar un poco tu imagen, quizás para gustarte un poco frente al espejo, aunque cada día eso te importa menos, en ti, en el resto hace mucho que dejó de importarte, prefieres un corazón bonito a una cara.
No eres alta, tampoco lo necesitas, por mucho que lo seas nunca llegarás a la luna ni a bailar con las estrellas, para eso simplemente tienes que soñar, soñar bonito.
Las manos, siempre bien cuidadas, quizás es de las partes de tu cuerpo que más prestas atención, no sólo del tuyo, de cualquiera, siempre te fijas en los ojos y después las manos. Si alguna vez cuando converso contigo cara a cara bajo la mirada, ya sabes que busco tus manos. Las manos nos sujetan para caminar juntos, para que no caigamos, cierran el abrazo y acarician, una caricia en el momento exacto quizás se siente más que un «te quiero». ¿Entiendes porqué me importan tanto?.
Un físico sencillo, sin llamar la atención, porque así soy yo, no me gusta llamar la atención, prefiero pasar desapercibida, y quien de verdad le importe se dará cuenta de mi presencia.
B.D.E.B.




