Del gris al color

Del gris al color

Hay momentos en que la vida se pinta en colores grises, desaparecen el resto de colores en nuestra paleta y sólo nos queda el blanco y negro para pintar.

Con paciencia los mezclamos, comenzamos poniendo un poquito de blanco sobre el negro y conseguimos un gris grafito. Aún es demasiado oscuro y se necesita un poquito más de claridad, un poquito más de blanco y conseguimos un gris claro, pero sigue sin llegar a iluminarnos.

Quizás hay que añadir el blanco sin miedo y… ahí está, conseguimos un gris perla, aún así no nos da vida, está apagada, un poco de claridad, pero no es suficiente.

De repente aparece alguien de la nada y nos ofrece tres colores y con ellos sólo nos queda que mezclar, con paciencia, con cariño y empezamos a conseguir esos tonos que nos comienzan a alegrar.

Conseguimos un verde, el color de la esperanza, si ya podemos dar un poquito de color, quizás podemos terminar de pintar la vida como si de un arcoiris se tratara.

Amarillos y naranjas, el color del sol, del fuego, del calor, el que trae el verano y el que siente nuestro cuerpo, el que transmitimos, porque aunque nos quejemos del calor, en cuanto a relaciones seguro que lo preferimos antes que el frío ¿verdad?

Llega el turno del rosa, fucsia en este caso, bugambilia le llaman, la planta y de ahí el color, ¿quién no ha querido pintar la vida de color rosa alguna vez? Pues quizás sea este el momento.

Y por último y no menos importante, llega el azul. No sé si alguna vez lo he dicho, mi preferido, el color del mar,el color del cielo, el color de los ojos de mis dos tíos preferidos, de mi abuelo. Un color que siempre me atrae, ya sea más claro, más oscuro, más brillante.

Cuando la vida nos regala cuadros grises  tenemos que estar atentos, es probable que en algún momento pase alguien tímido, distraído, por nuestro lado, con su paleta de colores queriendo ofrecértelo a cambio de una sonrisa.

Ya sabes, sonríe y ponte a pintar, las mezclas saldrán solas.

B.D.E.B.

8 comentarios en “Del gris al color

  1. Pues es muy bonito darse cuenta de que distintas personas nos aportan distintos colores y que podemos ir perfilando esos blancos y negros y su miles de tonalidades de grises de otra manera con muy poquita aportación de casi cualquiera. Mi color también es el azul y yo siempre empiezo no pintando en blanco y negro sino pintando en azul y a partir del azul sacar todo lo demás pero sea cual sea el color del que partamos y el color que nos aporten lo que estás claro es que podemos crear una obra de arte con cada uno de nuestros días. Un abrazo muy fuerte y un café para ponerle tonos marrones desde la tierra a los sueños que a veces van por el aire 🫂🫂🌊😘☕

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    1. ¿Verdad que sí? Vamos conociendo personas y nos van dejando ese color o tonalidad que nos falta para poder hacer ese paseo por la vida un maravilloso paisaje lleno de colores.
      La otra tarde fue una tarde de colores, de capturar todo aquello que me parecía bonito, faltó ese marrón oscuro (casi negro) del café, pero has llegado tú a ponerlo 😉.
      Mañana si no pasa nada, saldré a «cazar perseidas» aquí el tiempo da para todo.
      Que esos sueños sean bonitos y se cumplan amigo, pediré un deseo por ti también 🫂🫂☕️😘✨️

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  2. Hay veces que aún disfrutando de la pintura, ahora en verano la tengo aparcada, no te salen los colores. Los tienes ahí en la cabeza, pero la mezcla sobre la paleta se resiste. Quizás un blanco sucio, pero evitemos que las pavesas no malogren ese azul añil del cielo. Un abrazo.

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