Despierto de la siesta y ellos aún duermen, él acostumbrado a tumbarse detrás de mis piernas, ella tiene complejo de gata y ya ha tomado el respaldo del sofá como su cojín preferido.
Un pequeño movimiento es suficiente, tímidamente se acerca el rubio a saludarme, como si no quisiera hacer ruido, está tranquilo y no «quiere molestar a nadie» (o despertar).
De repente la morena levanta la cabeza «¿qué pasa por ahí abajo?» Descubre al rubio recibiendo mis mimos y salta sobre nosotros, literalmente, consigue apartar a su compañero de mi lado buscando su ración de mimos, una vez saciada le toca el turno a él.
Él, con infinita paciencia, se deja querer, es eso o salir pitando a esconderse donde ella no llegue.
En el fondo se quieren mucho los dos.
Y yo… los adoro.
B.D.E.B.

Desde luego saben dónde está la fuente del cariño y esa reside en ti🫂💙☕🫶
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Gracias amigo, ellos también dan el suyo de una forma incondicional, además parece que intuyan cuando más lo necesitas. 🫂🫂☕️😘
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Cariño en estado puro.
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Puro amor, ahora que en algunos momentos (ahora mismo) corren el uno detrás del otro que no sabes si están jugando o están enfadados. Ella es una dominanta jajajaja.
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Que ternura 🐶🐾💝
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Son un encanto a la par de traviesos 🤗😘
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Se nota el amor que les tienes.
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Mucho Azurea, pero creo que ellos aún me tienen más, son adorables.
Saludos
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