Un altar, un recuerdo…

Un altar, un recuerdo…

Apenas estaba amaneciendo el mar y el cielo tenían un tono anaranjado, el rostro de él era serio, no paraba de mirar aquello que seguramente poco antes acababa de construir, coronándolo con una rosa blanca.

Con mirada triste, cabizbajo, resistiéndose a alejarse de ese «altar» con un paso lento se marchó de allí.

Y allí quedó ese pequeño homenaje, esperando una marea alta que lo deshiciera, que arrastrara consigo la arena, que depositara en el mar esa rosa blanca y que borrara de esa orilla lo que alguien construyó dejando un trocito de corazón.

Si el dolor se pudiera borrar igual de fácil…

B.D.E.B.

*Cuando paseas por el mar, no es solo tu historia, son muchas historias las que llegan hasta allí y el es testigo de nuestras risas, pero sobre todo de nuestras lágrimas.

9 comentarios en “Un altar, un recuerdo…

  1. A lo mejor no se trata de borrar el dolor sino de hacer como el que ha montado ese altar, dejarlo listo para que las mareas lleven la rosa blanca del amor puro a buen puerto, porque sin duda el mar sabe a dónde tiene que llevar esos pensamientos y esos amores 🌊🙏🥺💙☕

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    1. Gracias Alain, me alegra que te haya gustado.
      Cuando paseo por la playa, no solo me dedico a pasear y tomar fotografías, también me gusta observar al resto, hay quienes van a hacer deporte, pescar, pasear a los perretes, pero también hay mucha gente que va con una historia detrás, quedan algunas rosas en la arena, corazones dibujados, miradas perdidas en el horizonte… el mar nos sirve de desahogo a más de uno, de «terapia» como comentaba el otro día un amigo, y es que a muchos nos sana.
      Un abrazo.

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  2. Me ha gustado lo que te ha traído hoy el mar… estaría bien olvidar el dolor, cierto, me lo digo muchas veces, pero, siempre hay un pero, el dolor también nos transforma, ¿no? nos convierte en lo que somos. Evadir el dolor no convertiría en algo diferente, supongo que peor

    Un abrazo

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    1. Evadirlo sería parecido a no sentir y no sentir creo que siempre es peor, aunque lo que sintamos sea dolor.
      Sentir es estar vivos, si dejamos de hacerlo malo… ¿verdad? Aunque también es cierto que a veces pensamos que hay gente que no tiene sentimientos y seguro que no nos gustaría ser uno de esos.
      Así que a sufrir toca (pero no siempre, también disfrutamos a ratos)
      Un fuerte abrazo querido Beauseant

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