El porqué

El porqué

Estos días ha habido bastante oleaje, hoy de hecho aún estaba algo movido el mar, y eso ha hecho que mi paseo (aparte de ver el amanecer) ha estado acompañado de multitud de conchas de todo tipo.

Unas minúsculas que se crecen cuando ven una cámara, otras disfrutando del día en pareja, otras «rotas» porque alguna ola le golpeó fuerte. Las más atrevidas estaban panza arriba tomando el sol, y otras solitarias apartadas del mundo.

Yo continuaba mi paseo y de repente una llamó mi atención, no tenía nada en especial a primera vista (o sí, aunque no lo pareciera), llamó mi atención y me agache a cogerla, tendí mi mano y quise que me acompañara en el paseo. Más tarde fue otra y después otra.

No fueron muchas las elegidas para realizar el paseo pero si cada una tenía su algo especial.

Unas más grandes, otras más pequeñas, unas «enroscadas» en si mismas, otras erosionadas por el paso del tiempo, alguna diferente, un poco rota pero con un brillo especial y difícil de igualar.

Todas ellas me acompañaron en el paseo, llegaron conmigo a mi rincón, ocuparon lugar a mi lado y yo les tendí mi mano.

Así mismo pasa con las personas, hay muchas en el mundo, pero vamos eligiendo, de un lugar y de otro, aquellas  a las que vemos algo especial y queremos que nos acompañen en nuestro paseo.

Así que si te preguntas el porqué, a ti y a ti, incluso a ti que podrías ser esa concha diferente, rota pero con un brillo tan especial que me hizo elegirla. Estáis porque  algunos incluso en la sombra, habéis sabido llegar a donde otros ni siquiera se acercaron.

Gracias por hacerlo, por acompañar en cada paseo.

B.D.E.B.

6 comentarios en “El porqué

Replica a beauseant Cancelar la respuesta