Despertar…

Despertar…

Hace dos días hablaba de descansos necesarios, descansos físicos porque el cuerpo te lo pide, lo necesita, pero hay otro tipo de cansancio y este no solo es el cuerpo el que dice basta, hay algo más…

¿Cuándo lo notas? esa mañana en que te levantas como cualquier otra y de repente notas algo que no sabes bien como definir, una especie de presión interior. Y con unas solas letras ya notas que no, que no estás bien, te cuesta hasta contestar porque son tantas las emociones, tanto que decir o nada que no sabes expresarte, no te salen las palabras para definir aquello que quieres decir. Después llega alguna canción que aún empeora el día, «los tristes» como me dicen en casa, sí, me pongo a escuchar una playlist y salen esos «tristes» y cada canción es una pequeña punzada.

De repente miles de cosas se agolpan en tu mente, pensamientos atropellados, situaciones que no se terminan de solucionar y tú intentas pensar en las celebraciones de estos días, en los viajes de las próximas semanas, uno que tienes muchas ganas de hacerlo, otro que… te ves obligada a hacerlo. ¿Será ese el problema? sabes perfectamente lo que harás en ese viaje, paseos por el río con los perretes y leer, escribir, poca cosa más porque no te apetece nada más, y es cuando te das cuenta de que el daño sigue ahí, aunque no lo hayas querido ver.

Intentas planear ese otro viaje, ese que si tienes ganas, te apetece, buscar cosas que hacer, rutas, ero no… no te centras porque tu cabeza viaja a otro lugar diferente, a ese que no deja de viajar desde hace meses, a eso que necesitas solucionar para poder seguir con tu vida y de nuevo la solución no está en tus manos.

Hay ocasiones que ni hablar, ni escribir, ni terapias, ni escapadas… al final volvemos al mismo punto de partida, situaciones que se alargan demasiado, ves un pequeño halo de luz y de repente se vuelve a esfumar. Piensas en estos días atrás en alguna despedida que ni siquiera dio tiempo a despedirse, en que hoy estamos mañana quien sabe y eso debería de ser lo importante, pero tu cabeza se empeña en que lo sean otras cosas, y lloras, no sabes si de rabia, de dolor o de que las emociones en estas fechas se multipliquen por mil, porque añoras esos día felices, esos en que estábamos todos, en los que esperabas con ansias estas fechas, en las ilusiones de los niños y hoy solo ves niños que pierden ilusión.

El otro día un amigo hablaba de que a veces buscamos ese motivo para «estar mal» pero creo que no se trata de eso, se trata de que llevamos demasiadas cosas dentro, que soltamos muy de poco en poco y que al final nos asfixian y debemos dejarlas salir.

Hoy quizás es uno de esos días, en los que dejar las cosas salir y meternos bajo la manta a esperar que pase.

B.D.E.B.

La canción no tiene que ver, pero lo he descubierto recientemente y ya está en mi lista de «tristes»

8 comentarios en “Despertar…

  1. Sin duda esos días están y no hay atajos ni trucos para pasarlos. Cambiar el filtro para que no haya posos viejos en cafés nuevos y dejar esas playlist de las tristes y darle la oportunidad de las novedades del radar que nos pongan en otro camino que no estábamos viendo. Solo sirve parar y decirle a nuestra mente que es lo que nos quiere decir, y en ese silencio que aparece encontrar el camino. Desde aquí simplemente mandarte mi abrazo enorme para que notes el frío de esos días tristes 🫂🫶☕🌨️

    Le gusta a 1 persona

    1. El problema Manu es que aunque queramos «tapar» las cosas siguen estando ahí y hay algunos días que tienen más fuerza que uno y salen a flote por más que queramos impedírselo.
      Las situaciones que se alargan es lo que tiene, se intenta seguir con la vida pero algunos días todo pesa demasiado. 🫂🫂☕️☕️

      Le gusta a 1 persona

  2. En mi caso, cuando aparecen esos días en el horizonte, no intento escapar de ellos. Los recibo, bajo la actividad, esto unos días con el piloto automático, sin ganas de hacer nada y durmiendo todo lo que puedo.. al final salgo, siempre logro salir de ellos. No pasa nada por reconocer que la vida, a veces, nos supera.

    Un abrazo

    Le gusta a 1 persona

    1. No queda otra que pasarlos, tener un poco de paciencia y ya, pero hay situaciones que ya cansan demasiado y aunque vas haciendo tu vida, necesitas recuperarla del todo.
      Lo malo es que no podemos parar del todo y encima parece que los astros se alinean para atraer algunos problemas más y que estemos entretenidos…
      Supongo que mañana será mejor.
      Un fuerte abrazo.

      Me gusta

  3. Nadie busca un motivo para estar mal. Nunca. No me gustó eso que dijo tú amigo. Lo siento como culparse a uno mismo por sentirse mal. Y uno no elige lo que siente. Elige lo que hace con lo que siente. A veces hay días así. Algunos días funcionamos en piloto automático, porque las obligaciones siguen y tienes que hacer lo básico. Donde sólo nos queda fuerzas para aguantar, sobrevivir, respirar. Pero que no nos pidan nada más. Es en esos momentos, donde realmente necesitamos un refugio, alguien o algo que nos acompañe y nos ayude a retomar las fuerzas para levantarnos y que mañana se sienta mejor. Vivir en el presente también significa vivir el dolor cuando se siente. Y no es que seas menos fuerte, es solo que a veces es mejor no dar una lucha, para poder planear toda la batalla. Te envío un abrazo muy fuerte, de esos que acompañan desde la distancia.

    Le gusta a 1 persona

    1. No se trata de buscar un motivo para estar mal sino que cuando ya lo estamos en ocasiones pensamos en cosas, escuchamos música o traemos recuerdos que no ayudan a mejorar, nadie busca estar mal.
      Cuando hay un problema de fondo, tenemos días buenos y otros no tan buenos en los que todo nos hace ver que sigue ahí, que el problema no se marchó y que aún duele y nos hace sentir mal cuando sale a flote.
      Muchísimas gracias Abril por tus palabras y recibo con ganas ese abrazo y te mando uno de vuelta.
      Buenas noches preciosa.

      Le gusta a 1 persona

  4. Cada día es diferente. Cada día nos trae nuevas situaciones, unas de alegría, otras de preocupación y las más de dejar pasar el tiempo; con el trabajo, la distracción y quizás también el aburrimiento. Esos días grises los tenemos todos, solo que no sabemos describirlos como tú. Buena tarde. Un abrazo.

    Le gusta a 1 persona

    1. Días que llegan y nos pesan más que otros, sabemos que hay que dejar que pasen, llevarlos lo mejor que se pueda y esperar que el siguiente sea al menos un poquito mejor, más «ligero» de peso.
      Feliz tarde Paz.
      Un abrazo para ti también.

      Le gusta a 1 persona

Replica a Mi Viaje a la Lectura Cancelar la respuesta