
¿Cómo sabes que ha llegado el momento de desconectar? ¿Qué haces para que suceda?
Cuando hace un año respondí a este estímulo, estaba convencida de que ese mar lo cura todo, tarde o temprano allí con la mirada perdida consigo desconectar.
Hoy me hago esa pregunta y he tenido que cambiar de estrategia. Sigo teniendo ese maravilloso mar para traer paz a mi vida, para descubrir que cada día amanece y lo hace distinto, pero cuando las cosas pesan tanto llega un momento en el que es preciso compartir la carga para que no nos chafe del todo.
En estos días más que nunca he comprobado que juntos podremos por mucho que duela, por muchas lágrimas que esté costando pero no estamos solos, hay una gran familia (de esa que elegimos nosotros) que está detrás ayudando a llevar el peso, apoyando y sosteniendo que no caigamos.
En estos días se comprueba como te recompensa la gente cuando siempre les has dado un buen trato, como se preocupan por ti y te ayudan en todo lo que está en sus manos para que todo sea un poquito menos complicado, te demuestran que están de tu lado y que cuando otros se aprovecharian de tu debilidad, ellos te ayudan a ser más fuerte.
He comprendido que para desconectar, hay que rodearse de las personas adecuadas, aquellas que te hacen salir un ratito del caos, que te hacen reír pero que a la vez te abrazan cuando lloras.
En estos días me doy cuenta, de que si un día yo di un poquito de mí hoy me vuelve multiplicado por mil.
Esas personas no leeran estas letras, o quizás cuando todo esto pase se las enseñe, pero si van a sentir el agradecimiento porque mientras de un lado alguien te intenta hundir, del otro hay un grupo de personas tirando de ti para no permitirlo.
A su lado desconecto y a su lado la vida es mucho mejor. Gracias.
B.D.E.B.

