
¿Cómo te cuidas?
Hace un año contestaba a esta pregunta con una palabra, «alejándome», más tarde, en otra entrada, también hablé de algo parecido, y un amigo me dijo que más que alejarme lo que debía de hacer era acercarme a lo contrario de aquello, así que hoy la respuesta es justo la contraria, acercándome.
Desde hace unos meses me he ido acercando a todo aquello que me hace bien, a las cosas que me gustan, a volver a escuchar música a diario, a mis paseos por el mar (aunque últimamente los tengo un poco olvidados), a asistir a conciertos…
Pero a lo que más me voy acercando es a mi gente, a quienes me están brindando su apoyo en esta complicada situación, quienes han tirado de mí, me han sostenido y no me han dejado caer. Me he acercado a todo aquel que incluso con un par de palabras ha conseguido sacarme una sonrisa cuando sólo habían ganas de llorar, a quienes me abrazaron incluso en la distancia (porque muchos abrazos se sienten sin necesidad de estar piel contra piel), a quienes piensan en mí cuando yo ya ni lo hago, a los que una vez más me demuestran que están.
Pero también me he acercado a personas que he descubierto en los malos momentos, que todavía hay gente buena que descubrir, que estaban en un rincón y salieron para estar cerca de mí cuando ha hecho falta.
Y sí, tenías razón, es mucho más bonito acercarse y que lo malo se aleje solo.
B.D.E.B.

