Acercándome

Acercándome

¿Cómo te cuidas?

Hace un año contestaba a esta pregunta con una palabra, «alejándome», más tarde, en otra entrada, también hablé de algo parecido, y un amigo me dijo que más que alejarme lo que debía de hacer era acercarme a lo contrario de aquello, así que hoy la respuesta es justo la contraria, acercándome.

Desde hace unos meses me he ido acercando a todo aquello que me hace bien, a las cosas que me gustan, a volver a escuchar música a diario, a mis paseos por el mar (aunque últimamente los tengo un poco olvidados), a asistir a conciertos…

Pero a lo que más me voy acercando es a mi gente, a quienes me están brindando su apoyo en esta complicada situación, quienes han tirado de mí, me han sostenido y no me han dejado caer. Me he acercado a todo aquel que incluso con un par de palabras ha conseguido sacarme una sonrisa cuando sólo habían ganas de llorar, a quienes me abrazaron incluso en la distancia (porque muchos abrazos se sienten sin necesidad de estar piel contra piel), a quienes piensan en mí cuando yo ya ni lo hago, a los que una vez más me demuestran que están.

Pero también me he acercado a personas que he descubierto en los malos momentos, que todavía hay gente buena que descubrir, que estaban en un rincón y salieron para estar cerca de mí cuando ha hecho falta.

Y sí, tenías razón, es mucho más bonito acercarse y que lo malo se aleje solo.

B.D.E.B.

Alejando(me)

Alejando(me)

¿Cómo te cuidas?

Creo que no se trata sólo de cuidarse físicamente, mentalmente es también muy necesario, más de lo que creemos, si uno se encuentra bien, ayudará ese estado de ánimo a seguir una dieta, hacer ejercicio, etcétera, pero si te encuentras «de capa caída» no te apetece nada.

Y para cuidarme trato de alejar(me) a la gente que no me aporta nada, a esa gente que lo único que hace es robarte energías, quitarte la sonrisa en lugar de ponértela y haciendo que tus días sean grises y no tengan ese brillo del sol.

Alejar(me) de situaciones que me pongan en tensión, en las que a veces ese tipo de personas te meten sin tú darte cuenta, porque les gusta enredarlo todo y a todos.

A lo largo de los años vas descubriendo que hay quien siente envidia de la felicidad de los demás, pero no una sana sino una envidia mala y hacen lo posible por intentar destruir eso que ellos no tienen. Por supuesto siempre lo hacen a las espaldas, le dan la vuelta a todo para intentar conseguirlo, digo intentar porque ya conté que soy muy observadora y a muchos de ellos los reconoces antes de que lo intenten y en ese preciso instante los alejas de tu lado.

Otra manera de cuidarme es tener cerca de mí a todos aquellos que me hacen bien, de una u otra forma  y por supuesto cuidarlos, mimarlos, conversar, reír, compartir opiniones, en definitiva aportar siempre y a esas personas acercar(las) a mi lado porque sin ellos, sin vosotros, sin ti… mi felicidad no sería completa.

B.D.E.B.