Sus lágrimas

Sus lágrimas

Cuéntanos la última cosa con la que te hayas emocionado.

Muchas de las preguntas se vuelven a repetir y en esta ocasión, aunque se repite un año después, la respuesta no puede ser la misma (salvo que seamos una persona de pocas emociones).

Y aquí una servidora que se emociona a cada momento y con poquita cosa que ya lo dije hace un año, soy de lágrima fácil, pues podría contar unas cuantas cosas, pero hablando de la última que más me ha emocionado me iré a hace un par de noches.

Unos amigos subían de Málaga a Castelldefels y hicieron un alto en el camino para vernos. Durante la cena nos pusimos un poco al día de la complicada situación y fue ahí, cuando a alguien se le escapa una lágrima y a ti se te encoge el corazón e intentas que las tuyas no salgan también, te das cuenta que aún falta mucho por superar, que todo sigue doliendo.

Y lo siguiente es darte cuenta de que hay quienes sólo han visto un lado de la historia y al otro lado nunca preguntaron ¿cómo estás?

Yo le decía a la amiga que era muy triste, porque aunque yo realmente he tenido el apoyo de todos los que considero amigos y familia, que he recibido llamadas, mensajes y me han hecho sentir que no estaba sola, si no todo lo contrario, por esa parte (que cada día me toca menos), ni él ni yo hemos recibido esa pregunta, tan sencilla y a veces tan necesaria.

La última vez que me he emocionado ha sido viendo como él derramaba esas lágrimas mientras el amigo le agarraba del brazo en gesto cariñoso.

Aunque si soy sincera, ha sido ahora mismo mientras recordaba el momento.

B.D.E.B.

Lágrima fácil

Lágrima fácil

Cuéntanos la última cosa con la que te hayas emocionado.

Si, soy persona de lágrima fácil, de emocionarme con cualquier historia un poco triste que me cuenten, o con un discurso bonito, o unas palabras dedicadas, y una despedida aunque sea un hasta pronto.

¿Lo último que me ha emocionado?

Lo contaba aquí el otro día, cuando un chavalin de 16 años se acercó a la parcela a ver a los perretes y me contó que el suyo había fallecido hace unos meses. Ahora ya sé su nombre, Edén se llama el chico, y va con la pandilla de mi hijo pequeño, algunos días pasa por aquí con el chico o él solo a saludar y jugar con los perretes.

Me emociona porque he compartido una pérdida como la suya y sé lo mal que se pasa. Si no le conoces de nada, tiene pinta de chico duro, con algunos tatuajes, pese a su corta edad, y la forma de vestir, caminar… luego hablas con él o le ves actuar con la gente y es todo lo contrario, un chico sensible y cariñoso, un buenazo.

Me emocionó el otro día, y hoy cuando estábamos varios conocidos para comer juntos, también lo ha hecho cuando cariñosamente saludaba a una conocida de mi edad, con mucho cariño y después que ella le diera unos consejos para no quemarse la nariz con el sol, él ha depositado un beso suave en su mejilla como si se tratara de su madre o algún familiar cercano.

Esos gestos, esas acciones, sobretodo cuando vienen de gente tan joven, me emociona mucho, quizá porque siempre hablamos de que los jóvenes pasan de todo, y puede que así sea, pero también tienen su corazoncito.

B.D.E.B.