
Cuéntanos la última cosa con la que te hayas emocionado.
Muchas de las preguntas se vuelven a repetir y en esta ocasión, aunque se repite un año después, la respuesta no puede ser la misma (salvo que seamos una persona de pocas emociones).
Y aquí una servidora que se emociona a cada momento y con poquita cosa que ya lo dije hace un año, soy de lágrima fácil, pues podría contar unas cuantas cosas, pero hablando de la última que más me ha emocionado me iré a hace un par de noches.
Unos amigos subían de Málaga a Castelldefels y hicieron un alto en el camino para vernos. Durante la cena nos pusimos un poco al día de la complicada situación y fue ahí, cuando a alguien se le escapa una lágrima y a ti se te encoge el corazón e intentas que las tuyas no salgan también, te das cuenta que aún falta mucho por superar, que todo sigue doliendo.
Y lo siguiente es darte cuenta de que hay quienes sólo han visto un lado de la historia y al otro lado nunca preguntaron ¿cómo estás?
Yo le decía a la amiga que era muy triste, porque aunque yo realmente he tenido el apoyo de todos los que considero amigos y familia, que he recibido llamadas, mensajes y me han hecho sentir que no estaba sola, si no todo lo contrario, por esa parte (que cada día me toca menos), ni él ni yo hemos recibido esa pregunta, tan sencilla y a veces tan necesaria.
La última vez que me he emocionado ha sido viendo como él derramaba esas lágrimas mientras el amigo le agarraba del brazo en gesto cariñoso.
Aunque si soy sincera, ha sido ahora mismo mientras recordaba el momento.
B.D.E.B.

