
¿Cuál es tu prioridad mañana?
Desde hace ya muchos años, empecé a poner a muchas personas por delante mía, principalmente cuando tienes hijos, ellos son la prioridad absoluta, sobre todo cuando son pequeños y necesitan de la ayuda de un adulto. Más tarde van creciendo y aún así los ponemos igualmente como prioridad ante todo, también añadido a la pareja, si la hay, a nuestros padres que se hacen mayores, y a veces se extiende hasta hermanos y amigos.
Vamos poniendo a todos delante y tú cada vez te vas quedando más atrás de esa lista, a veces, trabajo y alguna cosa más va también delante, no sólo personas.
Y llega un día que te vas fijando, que el cansancio te supera, la salud no acompaña, las fuerzas se van agotando, y hasta las ganas…
Y ahí es cuando te fijas en que todo eso(s), que has puesto cómo prioridades, que va(n) delante tuyo, no se percatan, siguen exigiendo y no ven que ya llegas a donde tenías que llegar, que tanto física como mentalmente te encuentras desbordada y que eso no ayuda a mejorar tu salud, más bien lo contrario.
Llegado ese punto hay que tomar una decisión, o cambias de prioridades y te comienzas a poner, sino la primera, bien cerquita de ese puesto, o cualquier día estallará todo y las consecuencias serán bastante peores.
Claro, para ese cambio de prioridades hay un problema, que si haces eso te sientes egoísta, y tú no estás acostumbrada a serlo, pero quizás sea lo que toque porque piensas: «¿en qué lugar estoy yo para ellos?» Y aunque no se hagan las cosas para que te lo agradezcan o te lo devuelvan, tú no dejas de ser persona también y sientes, sufres, te cansas igual que ellos.
Puede ser, aunque no te guste, que haya llegado el momento de ser un poco egoísta, de ponerte al principio de esa lista y si no eres la «prioridad» de nadie, ser la tuya propia.
B.D.E.B.
