
¿Playa o montaña? ¿Qué prefieres? ¿Por qué?
Desde niña disfrutaba saltando en las olas, jugando con ellas, me encantaba sentir la arena en mis pies descalzos, buscar conchas como quien busca un tesoro y observar ese mar, mi mar.
Recuerdo aquellos domingos de playa, en Guardamar, Santa Pola, La Marina, pero curiosamente rara vez en el mismo Alicante. Mi madre rara vez se bañaba y mi hermana pequeña y yo jugábamos en la arena bajo su atenta mirada, mi padre era el que nos acompañaba al agua.
Fui creciendo y esa pasión crecía conmigo, me encantaba ir allí cuando menos transitado estaba y tumbarme escuchando ese sonido mágico.
De hace un tiempo hasta ahora lo disfruto de otra manera, dando largos paseos, observando la salida del sol por el horizonte, sentándome en las rocas para conectar con el mar.
Pero algo quedó de aquella niñez, me sigue gustando juguetear con las olas, escabullirme de ellas, sentir la arena en mis pies mientras camino por ella y sobre todo, escuchar ese sonido mágico de las olas.
Supongo que sí, que soy de mar aunque también me guste la montaña, pero creo que las raíces, los recuerdos de la niñez, tiran demasiado y nos hacen crear un vínculo muy especial.
B.D.E.B.

