¿Qué tiene de bueno tener un animal de compañía?
El cariño que sienten hacia tí es incondicional. Cuando llegas es el que te recibe con más cariño, nunca se enfada contigo, siempre está a tú lado. Para mí una de las mejores decisiones que tomamos, adoptar un perro, se ha convertido en mi fiel compañero y ahora si me permitís os voy a contar la historia de su adopción aprovechando que se lo prometí a alguien.
-El niño le tenía pánico a los perros, nunca había tenido ningún altercado con ninguno pero cuando veía alguno siempre se escondía detrás de sus padres asustado y temblando. Su vecina tenía dos perros pequeños y cuando salían a la vez, ella sabiendo de la situación, se esperaba que el bajara para que no se asustara más. Sus padres intentaban explicarle que no pasaba nada, que los tocara, pero no había manera de convencerle y quitarle ese miedo que les tenía.
Unas vacaciones se iban a un pueblo de la sierra de Burgos a ver a sus abuelos y había un pequeño inconveniente, ellos tenían una perrita pequeña y muy juguetona. Sabían que no iba a ser fácil pero tendría que acostumbrarse poco a poco a estar con ella.
El primer día fue complicado, a cada momento estaba detrás de sus padres, si corría aún peor porque el animalito pensaba que quería jugar y aún lo perseguia más. El segundo día fue bastante mejor, ya no se escondía incluso se atrevió a acariciarla por primera vez. A partir de ese momento y para asombro de todos, incluso de él mismo, salía a la calle sin miedo de ninguno de los perros que andaban por allí sueltos, así que su padre le preguntó si quería que adoptaran a un perrito. El pastor tenía dos perras que habían tenido cachorros y les había ofrecido si querían alguno, el niño enseguida dijo que sí y quedaron esa misma tarde para ir a recogerlo.
Por la tarde, cuando el pastor llegó de recoger al rebaño, aparecieron los padres junto al niño y justo abrió cómo una verja de dónde empezaron a salir correteando un montón de cachorros, el niño no sabía cuál de todos llevarse, al igual que sus padres, pero finalmente la madre vio un cachorro blanco con una mancha marrón en uno de los ojos y le dijo-¿te gusta este? ¿quieres que nos lo llevemos? El niño asintió y al momento ya tenía el cachorro en brazos. Los padres lo miraban asombrados y felices de que hubiera superado el miedo y sobre todo de tener un nuevo miembro en la familia.
Al día siguiente se volvieron ya para casa siendo uno más y desde ese día el niño nunca más volvió a tenerles miedo,justo al contrario, acaricia a todo el que se encuentra y juega con ellos y el suyo es su mejor amigo, antes de irse a estudiar cada día el perro espera sentado en el sofá a que le dé una galleta y se despida de él.
B.D.E.B.


Maravilla de maravillas, crecer junto a un perro es aprender a sentir el cielo siempre a tu lado.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo no pude comprobar lo maravilloso que es hasta más mayor así que me alegra que él si lo haya podido hacer.
Ya ves que cumplí mi palabra 😉
Saludos Joiel
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Una historia muy bonita! El perro es precioso. Sé que significa tener un perro porque hace años tuve a Roxi, un caniche blanco y negro. Lloré mucho su pérdida y dije que no quería tener otros animales pero después de un tiempo adopté un gato. ¡Feliz domingo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
El niño también. Supongo que es tu hijo. Qué bueno que pueda tener un amigo tan fiel y cariñoso.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es mi hijo pequeño, también sufrió mucho aunque siempre estaba pendiente de mi estado de ánimo más que del suyo propio.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Este pequeño nos dejó hace diez meses y también lloré mucho su pérdida (y de vez en cuando sigo haciéndolo) Ahora tengo dos pequeños que me ayudan mucho a superar esa pérdida, pero él siempre está en mi recuerdo y en mi corazón.
Feliz domingo para ti también.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Qué pena! Cada animalito que pasa por nuestras vidas deja una huella que perdurará por siempre.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sin duda, una huella marcada a fuego en el corazón.
Me gustaLe gusta a 1 persona