¿Cuáles son tus tipos favoritos de comida?
Creo que algunos ya sabréis que me encanta cocinar, en alguna ocasión lo he comentado, la cocina de diario no tanto, es más bien por obligación y siempre vas con el estrés y no se disfruta igual que cuando tienes todo el tiempo del mundo para dedicar a ese plato. No me importa hacerlo, pero no lo disfruto, es una tarea más.
En cambio (casi al contrario de la mayoría) llega el fin de semana, o un puente, o días libres…y es ahí cuando me apetece cocinar, no me importa que vengan amigos a casa y preparar una cena o una comida, o ir a sus casas y llevar un dulce preparado por mí.
En la pandemia mis vecinos estaban encantados conmigo, a cada vez que se me ocurría hacer algo nuevo ellos hacían de jueces, ahí aprendí a preparar el pulpo, hasta entonces siempre lo compraba hervido por miedo a que saliera duro y según dicen le pillé el punto bastante bien. Fueron meses duros y para ello estaban también los postres, para endulzarnos un poquito la tragedia.
¿Mi tipo favorito de comida?
Depende del momento y la compañía, si salgo fuera me gusta probar platos nuevos que habitualmente no coma, si son comidas familiares tiro más a lo tradicional, a aquellos platos que mi madre me enseñó y aunque nunca llegue a igualarla, no se me dan nada mal.
Si es para la hora de comer y no quiero fallar, la lasaña es uno de los platos estrella, siempre gusta.
Este verano en el camping he mejorado mi técnica en los arroces (los alicantinos hacemos arroces y los valencianos la paella).
Y en una noche como la de hoy, un sábado cualquiera y con mis amigos de invitados, pues vamos a por un «picoteo», pulpo a la gallega, gambitas al ajillo, unas focaccias y un poco de jamón y queso, se puede preparar prácticamente todo antes y luego simplemente sentarse a cenar y disfrutar de la compañía.
Las comidas, como todo en esta vida, depende del sitio, momento y compañía, cambian mucho. No sabe igual la tostada y el café en el salón de casa un día cualquiera, que sentada en la terraza mirando al mar y…
Contigo al frente…
B.D.E.B.
Un rincón para pensar 
Me has hecho que me.entren ganas de meterme en la.coginq. Cocinar para otros te permite ponerle más amor amiga 🫂☺️☕
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Así es amigo, ¿te apuntas? Rápidamente pongo un cubierto más 😉🫂🫂😘
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Mi primera vez cocinando para otros fue en Junio, mientras que hacía obra en casa. Coincido en que todo depende del sitio, momento y compañía. Algo hice bien, porque de vez en cuando preguntan por whatsapp si necesito hacer otra obra, solo para venir a comer a casa. Por lo visto, me he hecho relativamente célebre en el lugar. De momento no toca. Me estoy desquitando de varios años sin vacaciones.
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JajaJajaja, pues créeme que lo has hecho bien y están deseando volver. Todo es ponerse, a mi me relaja y todo.
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Me encanta ser conejillo de indias de manjares experimentales, pocas cosas hay que no me gusten, así que ya me hubiera gustado tenerte de vecina en pandemia. Por mi parte me harté de hacer pan buscando el sabor de mi infancia en el pueblo natal de mi padre. Creo que conseguí un sucedáneo, pero estaba rico.
Sabrosos sueños.
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Pues lástima estar tan lejos, si alguna vez no es así prometo experimentar un poco 😂. Seguro que el sabor se asemeja, lo importante es ponerle cariño.
Saludos Oniro
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Ponerle cariño es importante, pero por más cariño que le pongo, el arroz no me queda suelto, creo que es lo peor que se me da. Ahora, el ramen me sale de miedo.
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Mira, así andaba yo hasta no hace mucho, ahora le pillé el punto y este verano preparé uno de secreto ibérico y jamón que gustó bastante 😉
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Ufff, secreto ibérico en arroz, que rico. El único arroz que he dominado es el japonés, ese pegajoso, con el que se hace el sushi, está muy bueno con ternera en teriyaki. Ya ves, al final descuido la comida nacional.
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Mi cocina siempre es de supervivencia, nunca consigo que me queden las cosas bien. Por eso agradezco tanto cuando alguien cocina para mi, da igual lo que sea, me parece un acto maravilloso 🙂
Pero serían los arroces, sí, esa sería mi comida favorita. Arroz con lo que sea, caldoso, seco, con curry, lo que quieras 😉
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Mis dos puntos débiles en la cocina siempre fueron los arroces y la tortilla de patatas, a base de insistir les pillé el punto a los dos, pero me ha costado un mundo.
Creo que es cuestión de paciencia y ponerle un poquito de cariño.
¿Sabes? Creo que un blog de cocina tampoco estaría mal, hay muchos pero quizás nos ayudamos con esas espinitas que tenemos clavadas con algunas recetas.
Un abrazo Beauseant.
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