
Hoy le toca el turno a la «aversión». Y si tengo que hablar sobre a qué le tengo aversión, habrían unas cuantas cosas, o quizás más de las que me vengan ahora mismo a la cabeza, pero voy a centrarme en las primeras que llegan a la cabeza al oír esta palabra.
Si empiezo por bichos, hay uno (más bien una) que es a la que más, las arañas. No puedo siquiera verlas en fotografías, en la televisión y mucho menos en directo (hasta hablar de ellas hace que se me erice la piel), desde bien pequeña y ahora mismo, aunque lo tolero un poco más y soy capaz de matar alguna (perdonarme porque no soy nada violenta, pero con estos bichillos no puedo) siempre lo hago a distancia, vaya a ser que pegue un saltito y se me ponga encima, entonces el grito se oye en todo el vecindario.
Recuerdo una nochebuena en casa de mis abuelos maternos, una casa de campo de la que he hablado en alguna ocasión, yo tendría unos 10 años, estábamos cenando en una especie de almacen que había, ya que nos juntábamos más de veinte personas. De repente mientras me comía un cangrejo ayudada por mi cuñado, en la pared blanca, justo enfrente mía, una araña de esas negras peludas, del tamaño casi del cangrejo que me estaba comiendo. La odisea para matarla ni os la cuento, pero si que os diré que mi cangrejo se quedó a mitad y nunca más los he vuelto a comer, los vi en aquel momento tan parecidos, salvo por el color, que siempre recuerdo aquel día.
Y si hablamos de actos que me provocan aversión, el principal, el maltrato a los niños, cualquier maltrato en general, pero el maltrato infantil puede conmigo, saca a relucir mi peor parte y es que nunca un niño puede hacer algo tan malo como para lo que les hacen algunos progenitores (no los considero padres) y ya ni qué decir cuando el mal se lo hacen para hacer daño a su (ex)pareja…
Esas son las dos cosas principales, aunque hay pocas o muchas más.
¿Y las vuestras?
B.D.E.B.

Iba pensando en cosas al leerte hasta llegar a lo de los niños. Y es así, el abuso y los abusones son las cosas que realmente me lo producen. 🥺🥺
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Tanto los niños como los ancianos están indefensos y me parece demasiado cruel cuando les hacen daño haciendo abuso de la superioridad. Como he dicho, sacan lo peor de mí.
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Las faltas de respeto,l@s adolescentes de 40 en adelante, el egoismo exacerbado,el humillar y el aprovecharse de los demás para sentirse más grandes.
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Tantas cosas ¿verdad? Y lo peor es que algunas de ellas no se les ve remedio, al contrario, van a peor…
Un abrazo Patricia (ahora ya se quien eres)
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¿Porqué me salen los comentarios como anónimos si soy Patricia»A través del agua» 😅😅?
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Ah, pues me sale como «Alguien» 😂😂😂 y sin saber que eras tú
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Es curioso porque las arañas me gustan, pero en tema bichos la palma se las llevan las cucarachas. De todo lo demás creo que efectivamente el maltrato en general, el abuso, la humillación es algo que me enfada y cuando se trata de un menor, aún más. No solo niños, también mujeres, jefes o el chulo del barrio. Porque si bien a veces el abuso produce un daño físico, siempre produce un daño emocional y sicológico que deja una huella permanente en el abusado. Un abrazo.
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Las cucarachas ocupan el segundo lugar, eso sí, son mucho más rápidas para escapar.
Y así es Sabius, cuando el abuso produce ese daño emocional creo que es para siempre, complicado olvidar.
Un abrazo.
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Solamente la violencia contra los niños me produce una sensación como la que describes. Muy bien, por cierto.
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La mayoría de veces son ellos los que sufren las consecuencias de los adultos, de una u otra forma.
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