
¿Cuál es tu animal favorito?
Él llegó primero, cuando no pasaba por mi mejor momento y llegó a volver a darle color a esos días grises, se acurrucaba conmigo y esperaba con ansias mis mimos. Se había convertido en el rey de la casa, era muy tranquilito y muy posesivo con sus juguetes, no los compartía con nadie, si cogías uno llegaba enseguida a quitártelo. Y de repente un día, una fotografía consiguió que me «enamorara» de nuevo, unos ojitos negros que a malas penas se distinguían entre su pelaje negro, y esa manchita blanca en el pecho, me dije «esa negrita se viene conmigo» y así fue.
El primer día que llegó a casa de visita, entró como si la conociera, se fue directa hacia él y se puso a jugar, Ares se agobió y se subió al sofá y desde arriba observaba como «la negrita» jugaba con todas sus cosas, creo que se resignó y supo que iba a tener una compañera de juegos un poco «egoísta».
Dos bichillos que no paran hasta que caen agotados, juegan, se «pelean», ella le sigue quitando todos los juguetes, le quiere quitar hasta los mimos que le damos, lo quiere todo para ella, pero cuando él se tumba, ella se acerca se tumba a su lado y lo llena de lametazos, él le corresponde con el mismo cariño.
Dos consentidos que han llegado para llenar de alegría mis mañanas, adoro a los dos, pero esa negrita me tiene loca por una razón, lo cariñosa que es. Estaría siempre en los brazos de cualquiera, enseguida que viene alguien solo quiere que la cojan al brazo y cuando me siento a trabajar, viene hacia mí, me llama con las patitas para que la suba, así que le he puesto un cojín en la silla de al lado mío para que me deje trabajar porque tiene que estar lo más cerca posible.
Se convierten en otro miembro más de la familia, puede costar entenderlo, pero parece que ellos tengan un sexto sentido y cuando nos sentimos mal no se separan de nosotros. Reclaman nuestros mimos pero son los primeros en darlos, los primeros que te reciben cuando llegas a casa y que se ponen tristes cuando te vas y no te los llevas. No se enfadan cuando los regañas, y si hacen algo mal te miran con ojitos de pena.
Los adoro y me consta que ellos a mí también.
B.D.E.B.

Consentir implica generosidad, estar abierto a que nos roben el corazón y a arlo sin reservas, y tú no dejas de hacerlo 🫂🫂🫂
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¿Y cómo no darlo con palabras así? Hoy encima que me levanté un poco «blandita» aún me emociona más.
Querido amigo 🫂🫂🫶
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Qué pequeñajos tan adorables.
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Gracias Joiel, tenía que haberles llamado Zipi y Zape, traviesos pero simpatiquísimos.
Un abrazo.
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Preciosos!!!🥰🥰
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Gracias Patricia!!🤗😘
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Solo entiende esa emoción quien ha vivido la experiencia de tener un peludito en su vida.
Como dices, dan mucho, lo dan todo, amigos fieles, incansables buscadores de mimos y sabedores de nuestros sentimientos y estados de ánimo.
Tengo muchas ganas de conocerlos.
Feliz mañana, amiga😘🌷
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Pues nada amiga, esta estancia por aquí ya está a punto de acabar, pero a la próxima organizamos una tarde de amigas con peludos incluidos.
Un abrazo Yvonne.
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Si, eso no me lo perderé la próxima vez, 👍🏼
Un besazo😘🌷
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