La invención más importante de tu vida es…
Seguramente la lista sería bastante larga, muchas invenciones importantes y algunas de ellas si nos las quitaran, iba a ser complicado nuestro día a día.
Pero entre muchas voy a quedarme con la comunicación en la distancia, ahí en la palma de tu mano. Ya sea a través de una llamada, de un lugar como este, de las redes sociales, o de las mensajerías instantáneas. Y de todas, pues esta última, llámese WhatsApp, Telegram o WeChat (que después de seis años, voy a volver a usarla).
Siempre he preferido, y sigo prefiriendo las llamadas, no soy mucho de mensajes (a pesar de que me guste escribir), un mensaje se me queda corto, frío, a veces incluso se malinterpreta y para evitarlo y ayudar a que se sepa nuestro estado, lo acompañamos de un emoticono, aún con esas, creo que no termina de expresar bien lo que queremos decir, salvo que sea para acordar algo (una cita) o para informar de algo, o preguntar… cosas así bien, pero para hablar prefiero las llamadas, aunque ahora también están los audios y es algo que me gusta, porque algunos de ellos son para ponerlos en bucle en momentos de bajón.
Y curiosamente me estoy acostumbrando a enviarlos, porque a veces no se puede realizar esa llamada que te gustaría y es lo más parecido, escuchas a esa persona y la otra persona te escucha a ti, te puedes explicar mejor, se nota el tono de la voz y si te ha gustado el mensaje, puedes volver a escucharlo.
Y bueno, también están las videollamadas, no me apasionan la verdad, pero de vez en cuando (muy de vez en cuando) también he realizado algunas.
Lo que más me gusta de estas últimas es ver la sonrisa y mirar a los ojos aunque sea a través de una pantalla, lo que menos, que muchas veces ves a la persona ahí y te gustaría abrazarla, pero no puedes hacerlo.
B.D.E.B.
Un rincón para pensar 
Sigo quedándome con el fuego. Aunque tienes razón y la tecnología acerca, y ayuda a descubrir personas que como tú son un lujo, me quedo con algo tan básico como un buen fuego, el calor, la hipnosis de la llama. Y encima poniendo la cafetera encima me da el café y me invita a soñar con la compañía para compartirlo. Pero puede que esta noche le dé a la cabeza buscando un invento o invención que me llene. Un abrazo muy cálido querida amiga🫂🫂☕️☕️😘
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Todos estos artilugios nos hacen acercarnos un poco, conocer a a quienes ni pensabas y resultó ser un gran descubrimiento (tú uno de ellos, creo que ya lo sabías), y cuando estamos a distancia, sentirnos un poco más cerca. Reconozco que una carta o postal escrita a mano, me emociona mucho más que un mensaje de texto, pero hay algunos mensajes de voz que he recibido últimamente que han hecho saltar las lágrimas. Todo esto puede ser un mundo «escaparate» o tomarlo como una herramienta para estar cerca de quienes están lejos.
Ahora, ese fuego, esa llama, siempre me cautivará, me traen muy buenos recuerdos y aquí en Alicante hay fuegos que siempre hacen que se me escape la lagrimita (que voy a hacerle, soy muy llorona)
Uno enorme para ti y gracias, mil gracias. 🫂🫂☕️☕️😘
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La tecnología es algo fría si no le damos historias con algún toque sentimental. Lleve un cibercafé hace muchos años, cuando estaban en auge, y me resultaba enternecedor poder enseñar a usarlo a familias separadas por la distancia. Todavía recuerdo la mirada de una adolescente al ver a su abuela en un monitor de 15 pulgadas, les separaba un océano. Solo por eso considero las videollamadas un gran invento.
Magnos sueños.
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¿Ves? A eso me refiero. Cuando estás cerca es mucho más fácil, utilizo el móvil para concretar la hora y el sitio para tomar un café, ¿pero cuando no es así? Pues nos queda eso, llamadas, mensajes, audios, videollamadas o intercambio de palabras y música…😉
Ojalá estar más cerca y me faltarían días para tomar cafés con muchos de vosotros 😂😂
Un abrazo Oniro.
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Estaría bien tener tertulias de varios, las tardes de los jueves en una cafetería.
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Me gusta esa propuesta, quizás una cafetería virtual 😂😂.
Recuerdo en la pandemia que todos los días a las 8 de la tarde hacíamos una videollamada en grupo y nos tomábamos un refrigerio todos juntos, no era lo mismo pero ayudaba a pasar esos días tristes.
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La pandemia fue terrible, pero a mi me dieron un mes de vacaciones pagadas que me sentó tan bien… Fue como vivir una película. Luego llegaron días peores donde me enteré que lo que estábamos viviendo no era un juego y que había un riesgo latente. Pero para mi el primer mes de encierro fue momentos de compartir y dejarse llevar por esa aventura extraña de mantenerse a salvo. Si que hubieron momentos videoconferencia que fueron maravillosos.
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Ahí comencé a teletrabajar y aquí sigo, de lo poco bueno que trajo. Siempre digo que aquello me robó un año de vida cotidiana, y algunas cosas más…
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Para mi el primer mes fue una aventura, luego ya se fue torciendo la cosa y hubo alguna experiencia dramática con un final relativamente feliz. Vivo en una zona turística, recuerdo pasear por una ciudad totalmente abandonada, llena de pajarillos trinando.
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Reconozco que yo no salía de la casa. Mi marido salía a trabajar y aprovechaba para hacer la compra, eso sí, cociné de todo, dulce, salado y desde entonces comencé a hacer pulpo a la gallega, que según los demás (está feo que lo diga yo) me sale buenísimo, así que imagino que sirvió para más cosas ese encierro, aunque todavía duele pensarlo.
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Por cierto, ¿un cibercafé? ..
.
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Sip, un proyecto que me llenó de felicidad y me dejó sin dinero.
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Que pena, porque cuando creas algo con toda la ilusión (y la inversión, por supuesto) y después se va al traste… duele doblemente. Me sorprendió, locutor de radio (aunque fuera un hobby), cibercafé…
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Nunca imaginé que textear a través de la pantalla de un celular me resultaría tan aburrido; incluso he descubierto que no escribo bien las palabras, no porque no sepa hacerlo, sino porque de tanta flojera que me da que no me animo a reparar la palabra. En fin, lo que en mi adolescencia era casi un vicio, ahora me me aturde.
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Pero cuando tienes a gente en la distancia, no nos queda otra que usarlo, aunque las llamadas son mucho mejor.
Saludos Kevin.
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Hola Blanca.
A mí me encantan las cartas, las de papel de toda la vida, eso de recibir una me emociona.
Ahora nos adaptamos a los nuevos tiempos y a las nuevas tecnologías, no nos queda otra.
Prefiero audios a leer WhatsApp, pero me gusta más hablar por teléfono, aunque como dices, mirarse a los ojos y ver las emociones es lo más.
Estos días no puedo llamarte, mi estado de ánimo no es el mejor.
No tengo fuerzas ni ganas de nada, la vida muchas veces no te da tregua y te da un golpe cuando aún no te has levantado del anterior.
En fin… Todo pasará.
Cuídate, querida amiga.
Un besito.💝😘🌷
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Tranquila querida Yvonne, no te he llamado por lo mismo, pero cuando tengas fuerzas y ganas no lo dudes. Yo ando un poquito mejor después de una conversación del otro día, y bueno, ya el martes en soledad tendré tiempo de pensar. Cuídate preciosa y te mandaré algún mensaje para saber como sigues, aquí me tienes para lo que te haga falta.
Un besito y un cálido abrazo amiga.
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Coincido contigo en que las llamadas telefónicas son lo que más me gusta en esta comunicación vertiginosa de sms, whatsapp, etc. que tenemos hoy. Utilizo la mensajería lo justo, porque al ser escrito, en ocasiones da malentendidos al no poder escuchar la voz de la otra persona, su entonación o su risa. Prefiero siempre quedar para hablar, mirarnos y abrazarnos. Abrazos, amiga.
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Fíjate que escribo aquí y sin embargo cuando escribo un mensaje me pasa eso, no sé si lo he escrito bien o puede poner algo que se malinterprete. Mejor una llamada o como mucho un mensaje de voz.
Un abrazo enorme Marylia.
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La tecnología, pero a pesar de todos sus beneficios y también muchos inconvenientes, me quedo con la palabra hablada, el cara a cara y esas cartas en papel de las que aquí también se habla. Te desnudas en una mirada y dejas tus sentidos en esas letras a mano que si recuerdan los más mayores estábamos deseando recibir cuando teníamos a alguien querido lejos. Los pro y contra del progreso. Buen fin de semana, un abrazo.
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Por mucho avance tecnológico nunca vamos a sentir igual que se sienten esas cosas Paz. Es cierto que todo esto nos acerca, pone a personas en nuestro camino que de otra forma difícilmente hubiéramos conocido, pero necesitamos ese cara a cara, mirar a los ojos y escuchar la voz.
Un fuerte abrazo y feliz sábado.
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