
Recuerdo de niña ir a una biblioteca que tenía cercana a casa, allí podía pasar horas, sin compañía, mis amigas preferían estar jugando en la calle y a mí me encantaba visitar mundos fantásticos, sumergirme en lecturas que me trasladaban a otros mundos diferentes del real.
En casa, aunque no faltaba lo básico, los libros que se compraban eran los de texto que nos pedían en el colegio y alguno de lectura pero pocos, mi hermana mayor (trabajaba mientras estudiaba) si se compraba novelas de «amor» quizás de ahí me viene esa vena romántica, de leer esas novelas cuando ella las iba terminando y dejando en la estantería. Pero si de verdad quería leer algo más adecuado a mi edad tocaba ir a la biblioteca y traerlo a casa o simplemente quedarme allí en silencio leyendo (eso iba mucho conmigo debido a mi timidez).
No es la primera vez que escribo sobre «el libro», ya lo he dicho en alguna ocasión, un libro es una puerta a otra dimensión, en la que perderse, en la que reír, llorar, emocionarnos o fantasear. La lectura nos transporta a esos lugares que quizás sólo existen en la imaginación de quién lo escribió y quiso compartirlo con nosotros, compartir… bonita palabra ¿verdad?, ya sabéis que es de mis preferidas.
Leer me trae paz, como he dicho desde niña es algo que me encanta, leía cualquier cosa que cayera entre mis manos, comics, libros, revistas… todo valía, ahora quedan los libros y este lugar, quizás por eso lo frecuento a diario, porque como decía no hace mucho, leer me saca de esa rutina a veces dura y hace que por un rato me olvide de todo.
Pero hoy me centro en los libros, hoy es su día, ese que tanto celebran en Barcelona un libro y una rosa, me quedo con el libro (por más que me gusten las flores), pero me quedo con aquello que consigue evadirme un poco de la realidad, aquello que me hace soñar, que me lleva de viaje, que consigue que me emocione, que me produce tantas sensaciones que son difíciles de explicar.
Un año más doy las gracias a todos aquellos escritores que quisieron compartir sus historias con nosotros, que nos hacen desconectar de nuestro mundo para conectar con ellos.
Feliz día del libro y por supuesto felicidades a todos los Jorge, Jordi y Gorka (en especial al mío).
B.D.E.B.



