
Hay días en los que la sensación de ahogo pesa. Van pasando las horas esperando algo que en el fondo sabes que no va a llegar.
Es curioso porque esa espera hace que todo vaya pesando, que los nervios se vayan acumulando, y que finalmente estalles o simplemente decidas salir de casa, respirar aire fresco y calmarte un poco.
Hoy uno de esos días (uno más), quizás ya sabía que pasaría, el dolor de cabeza a primera hora de la mañana, la presión en el pecho y estar «alerta» cada vez que suena el teléfono o llega un mensaje. Y al final todo sigue igual. Y ahí es cuando necesitas salir fuera y respirar, porque parece que algo te lo impida.
Sales a la calle y ves que hay más nubarrones que en tu alma, pero no importa, y casualidades de la vida, que terminas al lado del mar,aunque ese no era el primer plan.
Y allí, mientras lo observas, mientras mantienes esa conversación con tu gente, respiras y sueltas, el nudo desaparece, la presión ya no presiona tanto y los nervios se calman. Te fijas en que el mar está revuelto y amenaza una buena tormenta, pero no te intimida, quieres seguir ahí.
Después viene un pequeño paseo, la noche se acerca y la tormenta aún más, quizás sea la culpable de esa oscuridad tan temprana, pero no importa, continuáis con la conversación y sintiendo esa brisa que, aunque no es tan fresca como gustaría, al menos se lleva un poco del calor sofocante.
El paseo dura hasta que llegan las primeras gotas, pero es suficiente para volver a casa en calma.
Una vez más, el mar consigue la calma que necesito, una vez más sé que la conexión siempre existe con él.
B.D.E.B.

Necesitamos hacer lo que tenemos que hacer sin andar esperando siempre lo que vaya a pasar amiga mía. Por eso cuando paseas junto al mar simplemente te dejas abrazar por todo lo que las olas hacen, otro aire otras nubes y otro espíritu que te impregnan. Un abrazo muy grande para que mañana simplemente pase y vivas tranquila sin esperar nada 🫂🫂💫🌛🌊☕
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Créeme que lo intento, no esperar nada y que llegue lo que tenga que llegar, pero hay días que pesan más que otros, y cuando ese peso te comienza a «ahogar» lo mejor es salir y respirar.
Suerte tengo de que esos paseos y algunas personas, calmen lo que yo sola no consigo.
Gracias por ese abrazo y tus buenos deseos. 🫂🫂☕️☕️😘
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Hay veces, que en el fondo, solo es posible volver a subir.
Magnos sueños.
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Siempre tienes una canción perfecta para cada momento. Simplemente gracias…🫂🫂😘
(Sé que no eres de emojis pero hoy tenía que ponerlos)
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Gracias por compartirlo, me vino a lamente la expresión belleza desde la oscuridad.
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Es que en la oscuridad también hay belleza, sólo hay que fijarse en el cielo de noche, las estrellas y la luna…¿verdad que son una belleza?
Saludos Eduardo.
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Con el mar cerca la vida transcurre a otra velocidad. De alguna forma, el mar, nos cambia la escala de nuestras preocupaciones, ¿verdad?
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Creo que si no lo tuviera cerca tendría que ir a buscarlo. Me pregunto cómo es posible que ejerza tanta positividad en algunos momentos (señor pesimista, tú también tendrías que visitarlo a menudo 😉)
Un fuerte abrazo 😘
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Existe esa conexión con el mar, lo sé. Días que parecen tinieblas, aunque no haya nubes, muchos. Pero sí, luego todo se calma, la naturaleza está hecha para eso. Solo es la vida la que pesa. Abrazos.
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Pesa pero cuando estamos cerca de él pasa casi igual que cuando nos adentramos, que el cuerpo pesa menos, y así pasa con la vida.
Así que en esos momentos de tormenta interna, nada mejor que despejarse allí.
Un abrazo.
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Yo me despejó con la música y el dibujo
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Dos bonitas aficciones 😊
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Gracias
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Tiene que ver conmigo lo que has escrito así me siento yo
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Es curioso que en muchas ocasiones no somos los únicos que estamos pasando por algunas situaciones, no serán las mismas pero si parecidas y quizás por ello nos identificamos o nos vemos reflejados en las palabras de otros.
Saludos Maria del Mar.
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saludos buenas noches
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