
Caricatura dibujada por un amigo en aquella época tan bonita
Partiendo de la base que normalmente estoy teletrabajando, pues de ahí ya estaría contestada la pregunta, me tocaría asistir todos los días a la empresa, realizar mi trabajo de alguna manera completamente distinta y seguro que bastante más laboriosa y algunas cosas más que ahora mismo no vienen «al cuento» (quizás otro día explicaré), así que lo más probable es que mi vida se convirtiera en un estrés continuo, principalmente porque a lo cómodo nos acostumbramos antes que al contrario.
Si dejamos el trabajo a un lado. Primero habría que ver si podemos hacer uso del móvil, porque si es así, prácticamente es como si tuviéramos ordenador, la pantalla más pequeñita y menos funciones, pero para lo que utilizo yo digamos de «ocio» con el móvil me apaño bastante bien, incluso la mayoría de entradas de este blog son leídas y escritas desde el móvil (ahora mismo no, porque desde el ordenador lo hago más rápido y cómodo).
Si también nos quitaran el móvil ya la cosa cambiaría un poco o mucho. Sé vivir sin él y de hecho cuando estoy con gente que me importa a malas penas lo miro (salvo cuando los demás también lo hacen), pero una cosa es un rato y otra de continuo, me imagino que lo necesitaría, como decía antes estamos muy acostumbrados a lo cómodo y el móvil lo es.
Mi primer ordenador lo tuve ya de bien mayorcita, aunque estudiando ya llegué a conocer alguno, pero el primero en el trabajo sería con unos veintisiete o veintiocho años, cuando mi viejo pantógrafo manual pasó a ser automático, grababa lo que yo introducía en el ordenador, y prácticamente a la vez me regalaron uno para casa y ahí fue donde descubrí «El poder de una pantalla».
A partir de ahí ya se convirtió en algo más habitual, lo usaba a diario y años más tarde, cuando dejé el taller para pasarme a la oficina, se convirtió en herramienta indispensable para mi trabajo. El ordenador de casa lo tuve que dejar a un lado por un tiempo y prácticamente me deshice de él, con el nacimiento del primer chico ya no tuve mucho tiempo libre y el que tenía lo dedicaba a estar con amigos, temas relacionados con la fiesta y poco más.
En casa sólo estaba el portátil y por trabajo y así siguió hasta la pandemia, a partir de ahí entro el ordenador de sobremesa de nuevo aunque esta vez ya sólo por trabajo, y aquí sigue, ahora también escribo alguna entrada en él, pero sólo cuando estoy trabajando (¡ojo!, digamos que mi tiempo de trabajo es bastante flexible) pero a partir de las tres, se cierra sesión y hasta el día siguiente no se vuelve a encender, después sólo queda el móvil.
Así que supongo que, aunque me costaría, si podría vivir sin él, pero la vida sería eso, estresante.
Quienes dudo que puedan hacerlo son las nuevas generaciones, si les quitamos estos aparatos electrónicos no sé si sabrían hacer las cosas manualmente.
B.D.E.B.

En mi caso es una herramienta de trabajo y muy vinculada con mi carrera profesional. Elegí como especialidad radio comunicaciones para no tener que tocar un ordenador y desde que la elegí no he parado de usarlos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tengo cinco en casa y hay veces que estoy con dos al mismo tiempo y también tengo uno para llevar al cole en las clases. Pero a la vez soy la persona que más cuadernos consume y gastó mucho boli y papel así que una herramienta pero solo para lo imprescindible. En verano solo lo uso para escribir los artículos que subo pero soy perfectamente capaz de vivir sin un ordenador y sin un móvil también, porque lo importante es saber con lo que llena la vida y la lleno con personas y la toco con las manos de forma diferente a como toco un teclado 🫂🫂🫂🍂☕
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues estoy completamente de acuerdo, cuando es para trabajar pues bien pero luego ya hasta el día siguiente. Y esos momentos con la gente que llena el móvil mejor en el bolso. 🫂🫂☕️☕️😘
Me gustaLe gusta a 1 persona
Toda mi vida he tenido ordenadores, de esos grandes, con su torre, sus bufidos y su pantalla (dos pantallas ahora que tengo sitio)… creo que antes volvería a un móvil tonto que a una vida sin ordenador.. las tablets, incluso los portátiles, no sé, no me apaño con ellos 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Reconozco que para trabajar me gusta más el ordenador de mesa, en verano en el camping no queda más remedio que el portátil, pero para lo demás con el móvil me apaño bien, tiene buena pantalla para leer, escribir (incluso a mano) y hasta para hacer fotos de ésas que sé que no te gustan 😉.
Un abrazo Beauseant.
Me gustaMe gusta